Estamos en uno de los meses más bonitos del año, no por otra cosa sino por que es un mes dedicado a la Virgen, a semejanza del mes de mayo. Pero más específicamente se honra a la Virgen con el rezo del Santo Rosario, oración maravillosa mil veces recomendada por los Pontífices y practicada por quien alegremente se sabe hijo de María.
1) Intentemos rezarlo todos los días. ¡Siempre hay tiempo! Lo hemos experimentado: damos tiempo a tantas otras cosas, ¿por qué no unos cuantos minutos para rezarle a la Virgen?
2) Contemplar los misterios. Me resulta hasta cierto punto gracioso que algunos enuncian los misterios de esta manera: "En el primer misterio contemplamos...", en cambio, no dejan un respiro para CONTEMPLAR de verdad ese misterio. Tan solo hace falta unos segundos.
Les dejo con una imagen preciosa de la Virgen del Rosario que me envió Juan Carlos.
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