Evangelio del día
Lc 12,35-38. “Estén vigilantes, con la túnica puesta y las lámparas encendidas” (v. 35). Pero la vigilancia respecto del día final (del día de nuestro encuentro con el Señor) se construye con la vigilancia de cada día. ¿Por qué hemos de vigilar? Porque las fuerzas del mal (el demonio) no descansan.
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