Comento un detalle nada más. El 8 de diciembre de 1854 había sido proclamado el dogma de la Inmaculada Concepción de María, es decir, la Iglesia define dogmáticamente lo que ha sido revelado con anterioridad, que a la Inmaculada Virgen María no le alcanzó el pecado original con el que nacemos todos los hombres, hijos de Eva.
Menos de cuatro años después, en febrero de 1858, se apareció la Hermosa Señora en la gruta de Masabielle, Lourdes, a orillas del río Gave, en Francia. Ciertamente Bernadette Soubirous, de 14 años entonces, no conocía la definición dogmática, ni sabía lo que implicaba ese nombre que le dio la celestial Señora.
En este caso particular, la Virgen María confirmó lo que ya se creía en la Iglesia y había sido proclamado como dogma de fe.
Propongo una aplicación: que creamos con fe viva lo que nos enseña la Iglesia, porque es de procedencia divina. Ella, por especial asistencia divina, guía a sus hijos en lo que hay que creer.
Que bonitos recuerdos biendo estas fotografias. El pasado agosto tuve el placer de estar en esa esplanada, de rezar con esa multitud a los pies de la Virgen y de sentir sensaciones muy muy especiales.
ResponderEliminarUn saludo.
Que el camino se seguido por santos disipulosque lleven por el mundo la Alegria De Tu Evangelio.
ResponderEliminarque nuestra vida,oh Padre,
unida a la de Jesus nuestro Señor
y santificada por el Espiriti Santo
sea una oblacion agradable a ti
PARA LA SALVACION DEL MUNDO ;;; AMEN;;;