El martes anterior al Miércoles de Ceniza es de carnaval, celebración de visos profanos y que tiene clara relación con la celebración religiosa, aunque la relación sea meramente de proximidad. “Carnaval” viene del latín carnem levare, “quitar la carne”, expresión que hace referencia a la abstinencia y al ayuno, prácticas propias de la Cuaresma cristiana. Viene a ser, pues, como un “aprovecharse porque ya nos privan del gusto”.
Desde luego que el carnaval actual está lejos de la práctica inocente de nuestra niñez y nuestra Primaria. No tenía más relevancia que el de quebrar algún “cascarón” en la cabeza de un “elegido”.
Bueno: vamos a cosas más serias… Recuerda que mañana es día de ayuno y abstinencia. La práctica del ayuno –una “mesa” más pobre– obliga a los mayores de edad, comprendidos entre los 18 y los 60 años. La de la abstinencia obliga a los mayores de 14 años.
No pongamos más atención al trabajo y al pesar que te produce sino ofrécelo por tus pecados y por los de todos los hombres. Ojalá lleguemos al final de la Cuaresma con el alma renovada.
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