Lo comentaba el Rector del Seminario.
A cierta hora del día de anteayer, han venido unos policías a preguntar por él. ¿Qué querrán? Ante una visita así, cabe pensar cualquier posibilidad. ¿Será algo personal o algo institucional?, ¿o querrán algo con un sacerdote? ¿O querrán utilizar las instalaciones deportivas, como lo han hecho algunas veces? Como en tantas ocasiones, mejor no adelantar nada, y menos dejarle este trabajo a la imaginación.
En fin, venían a agradecer un servicio…, y también a pedir. Un sacerdote trajo al Seminario prendas de vestir para los jóvenes: pantalones, chumpas, “playeras”… Se repartieron varias, pero otras se dejó a las Hermanas, que tienen su convento junto al Seminario, para que le buscaran beneficiarios. Se les ocurrió ir a los policías que se ocupan de la vigilancia de los presos. Estos policías, en su patrullaje por los lugares de Sololá, han visto mucha gente necesitada y les han repartido las escasas prendas que se les dio.
Ése era el motivo de su visita: venían a agradecer y venían, si todavía había, a pedir más.
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