Evangelio del día
Jn 16,29-33. “Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones”. Las comparaciones son necesarias, especialmente para los iniciados. Pero hace falta que pongamos de nuestra parte, mediante la formación continua, para que no sigamos estando en “los inicios” de nuestro trato y nuestro conocimiento de Dios, sino que vayamos avanzando. Tenemos la gracia de Dios para lograrlo. ¡Hay que estudiar la doctrina cristiana!
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