Hoy, 30 de noviembre, comienza la novena a la Inmaculada Concepción, fiesta tan arraigada en la vida y en la piedad de la Iglesia. Durante estos días quisiera proponerles alguna o algunas frases que el Santo Padre ha pronunciado en diversos momentos de su predicación, y que les puede ayudar a vivir la novena.
La novena, les propongo, puede verter en dos direcciones: el apostolado –pedir más “apóstoles” a la Virgen- y la petición de la virtud de la santa pureza para todos los hombres.
Por cierto, si alguien lo requiere, puedo enviarle al correo una propuesta de novena a la Inmaculada que he encontrado por ahí, y es muy buena.
Por cierto, si alguien lo requiere, puedo enviarle al correo una propuesta de novena a la Inmaculada que he encontrado por ahí, y es muy buena.
La Anunciación (cfr. Mt 1,18ss.; Lc 1,26ss.).
"En la hora decisiva de la historia humana, María se ofreció a sí misma a Dios, ofreció su cuerpo y su alma como morada. En ella y de ella el Hijo de Dios asumió la carne. Por medio de ella la Palabra se hizo carne (cf. Jn 1,14). Así María nos dice lo que es el Adviento: ir al encuentro del Señor que viene a nuestro encuentro.
Esperarlo, escucharlo y contemplarlo. María nos explica para qué existen los edificios de las iglesias: existen para que acojamos en nuestro interior la Palabra de Dios; para que dentro de nosotros y por medio de nosotros la Palabra pueda encarnarse también hoy" (Benedicto XVI, Homilía, 10-12-2006).
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