«Despacito y buena letra: / hacer las cosas bien / importa más que el hacerlas» (A. Machado)
miércoles, 28 de diciembre de 2011
La muerte de los Santos Inocentes
Hoy he estado en la Parroquia de Los Santos Inocentes, Parramos (Chimaltenango), celebrando la fiesta patronal. En esta parroquia estuve unos meses fungiendo como párroco, hace ya algunos años.
En la homilía, el Obispo -quien presidió la celebración- recordó la matanza de los niños por parte de Herodes -Herodes "El Grande", no "Antipas"; éste es hijo de aquél- y de la crueldad del crimen. Ahora todos reprueban y señalan ese crimen, aludiendo a que estamos en otros tiempos y que existen los derechos humanos reconocidos por todos. Arguyen que no volvería a repeterise.
Sin embargo, sigue el Obispo, hoy existe un crimen semejante, y que incluso está farisaicamente aprobado por muchos que se creen con el poder de hacerlo. Se trata del aborto, que es a las claras un asesinato. Son miles y miles de niños que mueren a causa del aborto en Guatemala, incluso en el caso de que está prohibido. Sin embargo, no está perseguido. No sólo se hace caso omiso sobre ello sino que se aprueba la promiscuidad y se ayuda indirectamente a los que la promueven. Lo último es mío.
En fin, me calienta las orejas el tema...La solución es la formación de las conciencias. Hay trabajo por delante; lo tienen todas las generaciones.
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