Por mis labores peculiares, he participado
poco de las jornadas de confesiones que se ha realizado en la Diócesis: los
párrocos, organizados por zonas, se han ayudado para confesar a los feligreses
en grandes jornadas. Un día específico se dirige un grupo de sacerdotes a
confesar a una parroquia: los feligreses están sabidos, aprovechan a confesarse
con alguien distinto a su párroco... Las jornadas son largas: algunas veces
termina el trabajo hacia las nueve o diez de la noche.
Hoy, en la Diócesis, comenzará la Jornada
Diocesana de la Juventud. Su sede será la parroquia de Santiago Atitlán,
escenario magnífico para una reunión multitudinaria de jóvenes, procedentes de
todas las parroquias de la Diócesis. Se han anunciado y se esperan miles de
jóvenes. Los seminaristas y formadores participaremos de la actividad: hoy será
la vigilia, y ayudaré a confesar a quienes quieran. Habrá concierto, Hora
Santa, temas...
Mañana será la gran reunión. Se prevé la
procesión, la celebración de la Santa Misa del Domingo de Ramos, almuerzo...
Será una gran fiesta. Si el año pasado no pude participar, por acompañar a un
sacerdote a su Primera Misa, esta vez no me lo perderé. Intentaré poner algunas
fotos el día de mañana. Si no, será el lunes.
La Semana Santa y la primera de Pascua será
un descanso en materia académica, que disfrutaré ayudando sacerdotalmente. Les pido
encomienden mi labor sacerdotal.
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