martes, 22 de mayo de 2012

“Cielos y tierra bendecid al Señor” (3+2)


Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique (Jn 17, 1).
¡Faltan cinco minutos!; ¡Es la hora…! Avisa en clase el encargado con una puntualidad suiza, casi como un reloj de cuco. También Jesús avisa a su Padre: Padre, ha llegado la hora… Todo llega, es cuestión de tiempo: Hay tiempo para reír y tiempo para llorar; tiempo para sembrar y tiempo para cosechar; tiempo para trabajar y tiempo para descansar… Todo tiene su tiempo y Dios su eternidad. Padre, ha llegado la hora… El Hijo, el Padre junto al Espíritu Santo serán eter­namente glorificados por los coros de los Ángeles, de los Santos. Y, aunque desafino un poco (bastante), por la gracia de Dios espero también poner mi voz en ese coro.
▶▶Jesús, que aproveche el tiempo. Esto se acaba, y no hay quien lo pare.
Tuyos eran, me los confiaste y han guardado tu palabra. (…) Yo ruego por ellos; (…) he sido glorificado en ellos (Jn 17, 6.9.10).
Cuando hablan bien de mí, y lo oigo me pongo colorado. Jesús, gra­cias por los piropos: Han guardado tu palabra; he sido glorificado en ellos. ¡Qué otra cosa voy a hacer, sino! La araña que baila en su tela da gloria a Dios. Una hojita de grama da gloria a Dios. La Vía Láctea da gloria a Dios. Jesús, ¿y yo? Que toda mi vida sea guardar tu palabra y darte gloria por los siglos de los siglos. Amén.
▶▶Dile a María que quieres ser santo y apóstol.
Propósito: aprovechar el tiempo.

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