Tenemos la gracia de nuevas ordenaciones. Seis
muchachos –porque son jóvenes, tanto como cuando yo me ordené hace ya varios
años- serán ordenados diáconos el día de hoy, pertenecientes a esta Diócesis de
Sololá-Chimaltenango, en espera de que, pasado el debido intersticio, se
ordenan presbíteros luego.
La ordenación de los nuevos diáconos será
en Nahualá, un municipio de Sololá que dista 150 kilómetros, más o menos, de la
Capital, sobre la Carretera Interamericana hacia Occidente.
Alguno me respondía, tras preguntarle si
había estado durmiendo bien las últimas noches: “he estado durmiendo muy bien. Me
pongo un poco nervioso cuando me detengo a pensar en el hecho, pero como suelo
estar ocupado en varias cosas, he tenido poco tiempo para estarlo...”
Me alegra mucho la ilusión de los “cuasi-diáconos”;
me da ánimos para seguir ayudando en la tarea formativa, porque bien que vale
la pena.
Cinco de ellos están aquí: (de izq. a der.) Santiago, Rigoberto, Gilberto, (mi hermano el P. Esequel, el P. Víctor), Carlos y Marvin. Faltó en la foto Santos. |
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