Si los hombres supieran la gran
responsabilidad que asumen al casarse, dejarían de hacerlo. La verdad es que
esto es lo que está sucediendo actualmente. Aunque, al hombre y a la mujer de
hoy les gusta asumir lo que comporta beneficio para ellos –estar juntos-, pero
no los compromisos que han de cumplir: quieren estar juntos pero no quieren
tener hijos.
Las charlas prematrimoniales son algo,
pero los que quieren casarse han de pensar mucho tiempo antes en lo que eso
comporta. Es, ciertamente, como una “caja de Pandora” –por citar la mitología
griega-, aunque el final no ha de ser tan trágico, por supuesto.
En algunas ocasiones me han dicho que “ser
sacerdote” es muy difícil. Tienen cierta razón. Pero, a mi modo de entender,
los que se casan son auténticos valientes. Me digo frecuentemente: “aguantarme
a mí mismo cuesta; pero, aguantar a otro...” En la Iglesia gozamos de la ayuda
de Dios –la gracia sacramental- para cumplir con las responsabilidades: los
esposos tendrán la ayuda de la gracia de Dios y la de la comunidad cristiana.
Todas estas consideraciones vienen a causa
de unos amigos míos que comenzarán hoy la aventura de su nueva vida juntos, con
la bendición de Dios ante el altar: contraerán matrimonio Vinicio y Álida. Como
sacerdote y como cristiano, les deseo la bendición de Dios y la felicidad –en medio
de las dificultades propias de la vida-. Vaya a ellos mi felicitación.
He querido titular esta entrada con “Dios
y la familia”, ya que voy a regalarles el libro que así se llama, de Jesús
Urteaga. El autor es conocido por su buena y amena pluma, también para
adolescentes. Les invito a leer este libro. Aunque quizá prefieran un verdadero
libro –es decir, en papel-, si no lo consiguen pueden leer el citado libro
pinchando aquí. Se los recomiendo.
Si no fuera por la gracia sacramental, es imposible, lo mismo podemos decir del sacerdocio, El Señor nunca se equivoca, "es solo para los que lo entiendan". a eso lo llamamos VOCACIÓN.
ResponderEliminarGracias por estas aportaciones y explicaciones del mismo. Sabemos que son sacramentos que estan al servicio de la Iglesia, claro, con distintas funciones; solo quiero pedir, si puede comentar algo sobre el rito matrimonial, específicamente en el momento de la entrega de los anillos; resulta que un amigo estuvo debatiendo el tema sobre ¿en qué dedo se debe colocar o llevar el anillo matrimonial? ¿es en la mano derecha o izquierda? porque popularmente algunos presumen llevar en el dedo izquierdo. Le agradezco mucho por ampliar el tema. Ah!Gracias por la bonita oración por los sacerdotes... estoy intentado rezar casi todos los días.
ResponderEliminarGracias P. Miguel por su visita. Nos dió tanta alegría verlo en nuestra fiesta. Nunca habiamos visitado su blog pero cristobal nos contó que nos había mencionado, gracias por eso y especialmente por el libro que está buenísimo. Gracias por ser uno de los mejores Padres de nuestra diócesis. Dios lo bendiga siempre. Vinicio y Alida
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