-- Al final, los santos siempre vuelven a lo mismo --me dijo una religiosa de buen calado. Seguía así:-- El Papa Juan Pablo II, Juan XXIII, según su testamento espiritual, y otros santos, han terminado arguyendo que las oraciones que aprendieron de niño son a las que le han sacado provecho durante su vida y han venido a constituir la falsilla de su trato con Dios en la última etapa de su paso por la tierra...
Y no le falta razón. Hoy hemos escuchado en el Evangelio de la Misa (Lc 11,1-4) cómo los Apóstoles le pidieron a Jesús que les enseñara a rezar. Les entregó la maravillosa oración del Padre nuestro. Como para que la obviemos o la olvidemos...
Estas oraciones nunca pasan de moda. ¿Qué tal si las rezamos más seguido y pausado?
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