Durante la Guerra Civil Española
(1936-1939) la Iglesia sufrió una de las persecuciones más cruentas de toda la
historia, algunos dicen que peor que las de los primeros siglos cristianos. Murieron
muchos, pero muchos, hombres de Iglesia, también sacerdotes y obispos.
En Barbastro, Huesca (España), en 1936, fueron
martirizados 51 sacerdotes y seminaristas de la Orden de los Claretianos. Su fama
de santidad estaba firmada con la consumación de su entrega. Fueron beatificados
en 1992 por el Papa Juan Pablo II.
Están en la última fase de la producción
de una película que narra esta historia, película a cargo de la productora “Contracorriente”,
y llevará el nombre de “Un Dios prohibido”. Está previsto que salga hacia
finales del mes de junio. La película es de una historia conmovedora,
testimonio de fortaleza cristiana.
Sin ser esto una reivindicación, me parece
conveniente que se sepa qué cosas pasaron, para que no se repita la historia, y
ver el calibre de los testigos de la Iglesia, a quienes debemos venerar.
Si quieren ver más, pueden hurgar aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario