Ayer amanecí mejor de una gripe que me
comenzó el domingo. A cierta edad, todavía uno se hace el fuerte, pues trabajo
no falta, hay algunos encargos que no pueden esperar.
¿Alguna vez te ha pasado que no
puedes descansar como quisieras? Me dirás: muchas veces.
Quisiera, en verdad, parecerme a ustedes
que, contra viento y marea, trabajan y trabajan, pues tienen una
responsabilidad.
¡Vaya cuerpo más flojo éste! A ver si este
cuerpo quiere funcionar mejor mañana. Ahora, al acabar estas letras, intentaré
meterme a la cama pensando en Dios, como lo hacen ustedes.
Que te mejores, que el optimismo es una gran medicina. Saludos.
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