La misma pregunta podemos plantearnos acerca del
Papa ―me recuerdo de aquel video (pincha aquí) del Discovery―
o de un sacerdote. Cabe imaginarse de todo. Respecto a la vida del Seminario,
varios de los candidatos se imaginan que aquí todo el día estamos, de rodillas,
rezando y leyendo la Biblia. No falta aquél cristiano que, al escuchar que son
siete años los de preparación en el Seminario, comenta, sorprendido: “¡Tanto
tiempo necesitan para aprender a decir Misa!”
¿Cómo es la vida de un obispo? ¿Qué hace?
Con gusto les respondería Mons. Gonzalo, nuestro obispo en la Diócesis.
Sin embargo, a Mons. Gonzalo no le haré
este planteamiento quizá algo embarazoso. Ahora les enlazo un artículo que cuenta
cómo un presentador catalán (España) convivió con un Obispo (Mons. Xavier
Novell, obispo de Solsona) durante tres días. ¿Qué pensaría el presentador que
encontraría?
La vida de los obispos, y la del Papa y la
de los sacerdotes, es una vida normal, como la de cualquier cristiano, llena de
muchos afanes cotidianos: oración, horas de trabajo, un poco de descanso...
Pero también hemos de ayudarles con nuestra oración, pues su persona es enlace
con Dios y con la Iglesia.
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