Hoy
hemos comenzado clases en el Seminario. Hoy me tocó clases de Introducción a la
Sagrada Escritura con los nuevos alumnos de Primero de Teología. Ha habido
abundante trabajo de escritorio y de recursos humanos, tan diverso que ya me
ponía un poco nervioso: horarios, listas de alumnos, fotocopias, comunicación
con los profesores y los alumnos, programas de curso, textos... Pero es bien
alegre volver a la labor académica, a ilusionar a los alumnos con todo lo que
pueden aprender para formarse bien para llegar a ser sacerdotes.
Pero
me parecía un poco atípico, como lo es por nuestros lugares, estar afanoso por
las clases y, a la vez, tener todavía el Nacimiento en un pasillo y en diversas
zonas del Seminario, con todavía evidentes y abundantes adornos de Navidad, con
las lucecitas propias de la época. Poco más durará esta escena.
A la
vez, he tenido oportunidad de saludar a varios sacerdotes que han venido en
este día por diversos motivos. Para nada hemos estado aburridos.
A esta
altura del día el cuerpo está hecho un guiñapo, dispuesto ya a descansar para
reponer fuerzas. Ahora son las últimas labores del día. Pero también me he
acordado de escribir unas noticias a unos amigos españoles que están cumpliendo
años; me he recordado de encomendarles en la Santa Misa de hoy, así como de los
que voy teniendo noticia.
En
fin, ya toca pronto ir a descansar, después de rezar mi Santo Rosario. Ojalá tú
te recuerdes también de la Virgen.
Estas fotos las tomé del blog del Seminario. Son del lunes pasado, del ingreso de los seminaristas.
Algunos seminaristas "tempraneros", con el P. Raymundo, que estaba de visita. |
La familia de Manuel Antonio (de chumpa negra), de Balanyá. |
Los "sanmartinecos" y sus maletas. |
Felipe, su papá y su maleta... |
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