Hoy nuevamente volví a Concepción para mis
clases de Biblia en kaqchikel. Por todo lo que hay que explicar —se trataba de
un estudio somero sobre el contenido de los libros del Pentateuco—, apenas
pudimos avanzar poco sobre lo programado, porque me han bombardeado a
preguntas.
¿Preguntas? Yo también se las hice. Una de
ellas fue ésta: “Dios, ¿es hombre o mujer?” La respuesta, pronta y decidida, de
uno fue más o menos ésta: “¡Es hombre!, pues el Génesis dice que Dios hizo al
hombre a su imagen y semejanza y la mujer, al haber sido sacada de la costilla
del varón, es imagen y semejanza del hombre”.
Y les pregunto a ustedes: ¿damos por buena
esta respuesta?
Expliqué, tuve que aclarar, que no se
puede trasponer e interpretar los textos de esta manera.
En cuanto a la cita concreta, el texto no dice
que Dios está hecho a imagen del hombre, sino al contrario, que el hombre fue
hecho a imagen y semejanza de Dios (cfr. Gn 1,27), “macho y hembra los creó”. La
semejanza está en el ámbito espiritual, porque Dios es espíritu y no corporal. Así,
luego, tuve que recurrir a Mc 12,25, en que nuestro Señor dice que “hombres y
mujeres no se casarán, sino que serán como ángeles del Cielo”. Lo sexuado,
pues, es el cuerpo y no el alma… En fin…, cabría enzarzarse en discusiones,
pero no vamos a meternos más en el ruedo…
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