Al ordenarse el Dcno. Irvin, ya conocía la
noticia de que se sumaría al cuerpo de formadores del Seminario Menor de la
Diócesis, en sustitución del P. Maynor. Recientemente ha tomado posesión de su encargo.
¡Qué cambio tan rotundo en su vida! Ya lo
creo… Hace medio año estaba terminando sus estudios en el Seminario Mayor;
ahora, le toca ser formador en el Seminario Menor, un encargo delicado pero
que, con la ayuda de Dios y su espíritu desenvuelto y buen hacer, podrá sacar
adelante.
Este caso suyo me recuerda el mío, de
cuando comencé en esta aventura.
El Seminario Menor de la Diócesis cuenta
con 42 alumnos actualmente, en los dos grados de Bachillerato en Ciencias y
Letras que cursan. El rector es el P. Carlos Xinico; el director espiritual es
el P. Julio Calel; ahora se suma a su trabajo el de Irvin.
En efecto, con ilusión están llevando el
trabajo, preparando a los próximos seminaristas mayores o futuros
profesionales. La impronta eclesial está presente, desde luego.
Sacar adelante el Seminario Menor —también el
Mayor— cuesta mucho, hay tanta gente detrás. Dios quiere esta Institución y va
adelante.
¡Ánimo, Dcno. Irvin! Dios te bendiga y
bendiga tu trabajo de formador de los jóvenes del Menor.
El Dcno. Irvin, en la anterior Asamblea de Pastoral. |
El Diácono, en compañía del P. Julio, ya en su casa del Seminario Menor. |
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