Lo importante es llegar a la meta, aunque a veces cueste un poco. ¡Cuánto más si es el Cielo lo que nos jugamos! |
Hoy me pasé algunas horas delante del
monitor de la computadora, llenando cuadros de notas de los alumnos, preparando
un informe. Son las notas de los alumnos conseguidas durante el primer
semestre. Qué fácil es escribirlas, pero han costado todo un semestre de
trabajo arduo. Horas y horas estudiando, escuchando al profesor en clase,
investigando… Se deja lo menos posible a la suerte, y se trata de asegurar con
el trabajo concienzudo. En determinados momentos me han sorprendido los alumnos…
Eso sí, llegó un momento en que los
números parecían bailar delante de mi vista. Menos mal fue hacia el final del
tiempo que le iba a aplicar.
Lo bueno es que tuve un descanso en medio,
cuando vino un muchacho que tenía inquietud vocacional, conducido por el P. Juan
Pablo. Tuvimos un diálogo ameno para conocernos, para conocerle. Tratamos de
situarle, con un plan definido, para discernir con claridad su camino. Claro,
estaremos en contacto.
Hubo un rato para actualizar el rostro
digital del Seminario —escribiendo estas líneas estoy completando ese rato— y
tiempo para atender y conversar con el P. Fredy, que nos visitó, antes de
marchar a su parroquia de Pochuta. Me alegró mucho su comentario sobre la
actividad pastoral que tiene con los jóvenes, y que tiene en la mira a varios
jóvenes con inquietud vocacional sacerdotal.
¡Ah!, y me queda un rato todavía, por la
noche, para revisar el periódico interno “Semetabaj”, que elaboran los alumnos
de Primero de Teología, trabajo con el que estoy ciertamente satisfecho.
¿Rezar? Desde luego. En esta fiesta de la
Transfiguración no ha faltado los ratos sosegados para tratar al Señor, cuya
alegría traté de compartir con los seminaristas con quienes conviví y las
religiosas con quienes celebré hoy la Santa Misa.
En fin, así se me acabaron el martes —ayer—
y el miércoles de esta semana, días en que me dieron descanso en el Seminario
de La Asunción, pues tuvieron actividad extraordinaria.
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