Sobre el ciudadano guatemalteco pesa la decisión de quiénes serán los próximos gobernantes en nuestro país. ¡Qué gran responsabilidad! Personalmente, aún ando con dudas sobre a quién le daré mi voto para Presidente, pues no hay opciones buenas. Alguno decía que es como "escoger entre el cáncer y el sida".
Por un lado, nuestros candidatos no son lo debidamente transparentes -muy dados a prometer y prometer, sin conocer debidamente las posibilidades que tienen; por otro, nosotros mismos no logramos llegar a conocerles suficientemente -en el caso de que nos esforcemos por informarnos-. ¿Y qué decir de los candidatos a diputados, a quienes se les conoce menos aún, y tienen más capacidad de camuflarse y suelen ser transfugas?
Les sugiero el artículo que enlazo aquí, de el "Nómada", analizando "los pros y los contras de cuatro candidatos en Guatemala", los cuatro punteros y que tienen posibilidad de pasar a segunda vuelta. Me parece confirmar varias cosas que había entrevisto conociendo un poco a los candidatos.
Sigamos encomendando la situación social y política de nuestro país, además de la salud del P. Lee, a quien tenemos muy presente en nuestras oraciones. Sí, sigue luchando por su vida; nos ha dado un gran testimonio de vida cristiana.
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