Estamos repasando ahora los temas fundamentales de la vida sacerdotal, reflexionando sobre el gran regalo que le dará Dios al nuevo sacerdote y la responsabilidad que comporta. En un retiro, es fundamental el ambiente de soledad y silencio para charlar a solas con Dios. Es lo que estamos intentando propiciar.
Les pido favor que nos encomienden para que el Diácono se prepare bien para la ordenación, que está próxima.
Da mucha alegría que jóvenes hayan que quieran donar su vida para Dios y la salvación de las almas. Ojalá siga habiendo más. Me conmovió mucho que en la parroquia de La Democracia, Escuintla, en donde estuve el fin de semana pasado, se reza después de cada Misa la oración por las vocaciones. Dios conceda a esta Diócesis, a Guatemala y a la Iglesia en todas partes, un aumento de vocaciones sacerdotales.
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