El mundo está convulso, nuestro país está que no sabe por donde va y a dónde ir, y qué hacer. Los políticos tendrán que hacer su trabajo, y rezamos por ellos.
Me alegró encontrar esta frase del Papa Benedicto XVI, que nos ayuda a centrar nuestra mirada en Cristo, aunque sin dejar de tener los pies en la tierra:
"el Evangelio no ha perdido su contenido, ni su vigencia y que Cristo continúa junto al hombre. No existen estrategias para fabricar la esperanza: Cristo es la esperanza. Es necesario retornar a su presencia y desde ella empezar nuevamente. Lo que es central debe seguir siéndolo" (Joseph Ratzinger, Ser cristiano en la era neopagana, Madrid 1995, p. 131).
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