Si el sacerdote es apuesto: ¿Por qué no se casó?
Si es feo: ¡no encontró con quien casarse!
Si anda vestido de civil: ¡es un mundano!
Si lleva el traje clerical: es un conservador tradicionalista.
Si no trata a la gente con mucho cariño: ¡que frialdad!
Si trata con amabilidad: tiene intenciones dudosas.
Si se deja el pelo largo: ¡estos curas revolucionarios!
Si lo tiene corto: ¡qué anticuado!
Si se queda en la casa parroquial: no visita a las familias.
Si hace algunas visitas: ¡nunca se le encuentra en la parroquia!
Si hace algún arreglo: tira la plata por la ventana.
Si no lo hace: tiene todo abandonado.
Si bautiza y casa a todo el mundo: le gusta "derrochar" los Sacramentos.
Si insiste en la preparación previa: pone un montón de trabas a la gente, eso ya no es importante....
Si tiene consejo parroquial: ¡se deja manejar por cualquiera!
Si no tiene consejo parroquial: ¡es un individualista y él lo quiere hacer todo..!
Si renueva la parroquia: ¿qué ocurrencia tendrá ahora?
Si mantiene todo igual: ¿en esta parroquia nunca pasa nada?
Si predica 20 minutos: ¡es una radio, no termina de hablar nunca!
Si su homilía es breve: no explica bien las cosas... ¡cuál es su prisa!
Si habla con voz fuerte: rezonga.
Si lo hace en tono natural: no se lo escucha, ¡no sabe hablar!
Si toca problemas sociales: se está metiendo en política.
Si habla de la contemplación: ¡siempre esta volando, tiene aire en la mente!
Si anda solo: ¡no comparte con nadie!
Si anda con hombres: oh, derrepente es...
Si anda con mujeres: ¡está enamorado y ya pronto cuelga sotana!
Si es joven: no tiene experiencia, ¿quién lo va escuchar?
Si es viejo: ¡debería pedir su jubilación y largarse ya!
Pero... si llega a irse o a morir: ¡es realmente irremplazable!
Lo bueno es que no lo hacemos por agradar a los hombres sino a Dios. Gracias al P. Álex Díaz que me lo envió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario