Fue un 2 de Octubre –aquél de 1928– cuando Dios inspiró en San Josemaría Escrivá la fundación del Opus Dei. Comenzó en la intimidad, entre su corazón y Dios. Entonces, recuerda san Josemaría, cuando Dios fundó su Obra, sonaron las campanas de la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles en Madrid.
Su mensaje es tan viejo como el Evangelio, y como el Evangelio nuevo: recordar que todos estamos llamados a la santidad. Vino a recordar que cada uno, por el hecho de estar bautizado, está llamado a ser santo, en las circunstancias personales de cada uno.
Es impresionante cómo proclamaba con firmeza que no hay cristianos de segunda categoría. A todos, sin excepción, Dios llama a ser santos. estote ergo vos perfecti sicut et Pater vester caelestis perfectus est (Mt 5,48), “sed perfectos como también vuestro Padre celestial es perfecto”. ¡Lo decía con energía a un público variopinto de laicos, sacerdotes y religiosos…!
¡Qué temple el de San Josemaría! Sus palabras arrastraban. Sus escritos y su recuerdo actual también lo hacen, porque Dios está detrás.
Les dejo con el video de a continuación. Así era san Josemaría: hablaba muy humanamente, hablaba de Dios, ayudaba a descubrir a Dios. En este video habla de la Misa, de los sacerdotes, la Confesión, de la vida familiar, de la vida cristiana, de todo..., de todo lo que nos puede llevar a Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario