El otro día leía un artículo con un título “picante”: “sexo libre”. Lo escribe un sacerdote de Almería en el periódico teleprensa.es.
Explica que el hombre tiene un don maravilloso que lo diferencia de sus “vecinos irracionales”: la libertad; éstos se dejan llevar por sus instintos; aquél, por la inteligencia y la voluntad.
Pero decir libertad es decir también responsabilidad. Además, hay que tomar en cuenta que el sexo no es la principal preocupación del hombre; antes están la comida, la vivienda, el vestido, la educación…
Cuando una persona tiene éste como uno de sus principales temas o preocupaciones es que se está pareciendo más a sus “vecinos irracionales”, de los que están enfermos, porque ellos tampoco lo tienen como tal.
Para eso hace falta una educación en el amor, en el verdadero amor, en el Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario