martes, 19 de febrero de 2013

La eficacia de la oración


     A unos amigos míos, muy cercanos, les dije ayer, en una conversación, comentando las incidencias de los quebrantos de salud de una cuñada mía:

     -- Puesto que somos cristianos, sabemos la eficacia de la oración y recurrimos con fe a Dios para que nos oiga en tales circunstancias. La oración de alguien muy unido a Dios, de una persona santa, es más eficaz. Pero, la oración del sacerdote, sin ser mejor que los demás, es la oración de Jesucristo que ora por nosotros. Esto sucede especialmente en la Santa Misa, cuando el sacerdote la celebra por una intención particular. Yo, humildemente, lo he estado haciendo por la salud de ella (mi cuñada).

     Estoy persuadido de la eficacia de encomendar una intención a la Misa de un sacerdote. Ahora, mientras escribo estas letras, encomiendo también a los que las lean. Tú, cuando participes de la Santa Misa, no dudes en poner tu intención también en la celebración, que Jesús ve los corazones y atiende tales intenciones.

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