El Santo Padre se ha reunido hoy, por la mañana, con representantes de distintos organismos de gobierno y de la cultura en Brasil. En efecto, la Iglesia siempre tiene una palabra para todos, también para los políticos (quien quiera leer el discurso completo y aguante hacerlo, pinche aquí). Les dijo, de hecho:
"Quien tiene un papel de responsabilidad en una nación está llamado a afrontar el futuro «con la mirada tranquila de quien sabe ver la verdad», como decía el pensador brasileño Alceu Amoroso Lima («Nosso tempo», en A vida sobrenatural e o mondo moderno, Río de Janeiro 1956, 106). Quisiera compartir con ustedes tres aspectos de esta mirada calma, serena y sabia: primero, la originalidad de una tradición cultural; segundo, la responsabilidad solidaria para construir el futuro y, tercero, el diálogo constructivo para afrontar el presente".
Casi al final le dijo que suele aconsejar, a quienes le pidan su parecer: "diálogo, diálogo, diálogo. (...) El otro siempre tiene algo que darme cuando sabemos acercarnos a él con actitud abierta y disponible, sin prejuicios. Esta actitud abierta, disponible y sin prejuicios yo la definiría como 'humildad social', que es la que favorece el diálogo".
También les dijo: "La hermandad entre los hombres y la colaboración para construir una sociedad más justa no son un sueño fantasioso, sino el resultado de un esfuerzo concertado de todos hacia el bien común".
Hoy sólo esperamos la Vigilia con el Santo Padre, en la JMJ.
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