Les confieso que hoy tuve que esconderme para terminar de calificar unos exámenes. Si me quedo en mi sitio usual de trabajo, no me dejan terminar. Así que me fui a una casa distinta, a donde suelo acudir para mi determinada formación semanal, y me fui a refugiar allí.
Con entera libertad me eché sobre la alfombra, boca abajo, para ponerme a calificar exámenes y trabajos. Ya sé que no son muy "buenas maneras", y que uno debe portarse bien aunque no lo vean, pero... Alguna vez hago lo del niño de la foto -no se me van los ojos, como el niño, sobre la manzana-, para hacer descansar un poco la espalda, que alguna vez se resiente por el cansancio acumulado. Me imagino cómo se divierten los niños en el suelo...
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