Un “cursito”, porque podría hablarse más
de ello y, estudiar, muchísimo más. Tras unos 50 períodos de clases impartidos,
mañana culminaré con un examen el curso de Soteriología con los alumnos de
Teología, en el Seminario.
Hemos estudiado, entre tantos temas, el
valor que tiene para nuestra salvación de cada uno de los momentos de la vida del
Señor, cómo por su Encarnación se unió a cada uno de nosotros y, así, nos
salva; también hemos hablado del culmen de su entrega en su Pascua (Pasión,
Muerte y Resurrección).
Uno de los puntos que más me encantó
repasar fue la complacencia de Dios en esta Pascua del Señor y cómo nos salvó
no tanto con su dolor ―aunque nadie le quita su importancia― sino con su
obediencia y su amor que le llevó a esa entrega.
Además, repasamos cómo Jesucristo nos ha
salvado a todos ―sin excepción―, pero que necesita el concurso de nuestra
libertad para que nos salvemos. Así lo expresó San Agustín: “Dios que te creó
sin ti, no te salvará sin ti” (Sermón 169).
He disfrutado como pocas veces impartiendo
las clases y he aprendido tanto; espero que a los alumnos les haya acontecido
un tanto igual... Dios quiera que redunden estas clases en mayor amor a Jesús.
Les dejo con este video, que muestra cómo un personaje pinta una imagen de Jesús en menos de cinco minutos, una pintura digna del arte moderno.
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