Pillé este artículo de Rita María Roesch,
en su columna de Prensa Libre, que enlazo aquí. Me parece muy provechoso,
especialmente para los que vivimos metidos en este mundo frenético. Dice la
autora que lo tomó de lo expuesto por expertos del Instituto Francés de la
Ansiedad y el Estrés en París.
1) Haga una
pausa mínima de 5 a 10 minutos por cada dos horas de trabajo como máximo.
Repita estas pausas en su vida diaria y piense en usted, analice sus actitudes.
2) Aprenda a
decir no sin sentirse culpable o creer que lastima a alguien. Querer agradar a
todos es un desgaste enorme.
3) Planifique
su día, pero deje siempre un buen espacio para cualquier imprevisto. Recuerde
que no todo depende de usted.
4) Concéntrese
solo en una tarea a la vez. Por más ágiles que sean sus escenarios mentales,
usted se cansa.
5) Olvídese de
una vez por todas que usted es indispensable en su trabajo, en su casa o en su
grupo habitual. Por más que eso le desagrade, todo puede caminar sin su actuar,
salvo usted mismo.
6) Deje de
sentirse responsable por el placer de los otros. Usted no es fuente de los
deseos, ni el eterno maestro de ceremonias.
7) Pida ayuda
siempre que sea necesario, pero tenga el buen sentido de pedírsela a las
personas correctas.
8) Separe los
problemas reales de los imaginarios y elimine estos, porque son pérdida de
tiempo y ocupan un espacio mental precioso para cosas más importantes.
9) Intente
descubrir el placer de las cosas cotidianas como dormir, comer y pasear, sin
creer que es lo máximo que puede conseguir en la vida.
10) Evite
envolverse en ansiedades y tensiones ajenas en lo que se refiere a ansiedad y
tensión. Espere un poco y después retorne al diálogo y a la acción.
11) Su familia
no es usted. Ella está junto a usted, compone su mundo, pero no es su propia
identidad.
12) Es
necesario tener siempre a alguien a quien le pueda confiar y hablar
abiertamente. No sirve de nada si está lejos.
13) Conozca la
hora acertada de salir de una cena o dejar una reunión. Nunca pierda el sentido
de la importancia sutil de salir a la hora correcta.
14) No quiera
saber si hablaron mal de usted, ni se atormente con esa basura mental. Escuche
lo que hablaron bien de usted, con reserva analítica, sin creérselo todo.
15) La rigidez
es buena en las piedras, pero no en los seres humanos.
16) No
abandone sus tres grandes e invaluables amigas: intuición, inocencia y fe.
17) Entienda
de una vez por todas que usted es lo que usted haga de sí mismo.
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