Hoy agradezco a la Virgen su amor, cuyo Escapulario
ha sido para mí signo palpable de cercanía y protección. Conociendo mejor las
gracias que nos vienen al portar tal Escapulario, se lo agradeceremos a la
Virgen todos los días. Me encontré con este testimonio del Papa Juan Pablo II,
en la página de Aciprensa, que les invito a revisar para conocer mejor la
advocación de la Virgen del Carmen y su Escapulario. Dijo el Papa:
“También yo llevo sobre mi corazón,
desde hace tanto tiempo, el Escapulario del Carmen! Por ello, pido a la Virgen
del Carmen que nos ayude a todos los religiosos y las religiosas del Carmelo y
a los piadosos fieles que la veneran filialmente, para crecer en su amor e
irradiar en el mundo la presencia de esta Mujer del silencio y de la oración,
invocada como Madre de la misericordia, Madre de la esperanza y de la gracia”.
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