Hemos comenzado un Año Nuevo en la Liturgia de la Iglesia. Y muy pocos lo han recalcado...
Durante el año litúrgico, la Iglesia nos invita a considerar la vida de nuestro Señor, la de la Virgen y la de los Santos. Dios no es ajeno a la historia. Esta es la expectativa.
Comenzamos el Adviento y pueden servirles estos propósitos: ya los vendrían practicando ustedes, pero puede ayudar refrescarlos.
1) Tener un rato de oración diaria, ese rato de charla con Dios que todos necesitamos. Todos necesitamos abrir el corazón a alguien que nos comprenda, alguien a quien tengamos confianza. Qué mejor que a Dios.
2) Leer la Palabra de Dios todos los días, mejor los evangelios, tan siquiera unos cinco minutos.
3) Hacer una buena Confesión (ojalá varias veces).
4) Obras de caridad, tan importantes no tanto por lo que demos sino la intención con que lo demos.
Pero ahora es muy importante prestar atención a la Novena de la Inmaculada Concepción, que comenzamos ayer. Es tan importante la devoción mariana...; no podemos ser hijos malagradecidos con nuestra Madre.
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