Hoy ha sido un día particular y especial, celebrando a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.
Por la mañana, después de un rato de oración, hemos concelebrado la Santa Misa con Mons. Gonzalo, nuestro Obispo, quien vino a celebrar la fiesta con nosotros. También estuvieron aquí los alumnos y los formadores del Seminario Menor, a la cabeza su nuevo Rector, el P. Pedro Poz.
Por la mañana me esperaba trabajo y más trabajo. Los alumnos han terminado hoy sus exámenes de fin de semestre, y lo que ello supone de trabajo para los profesores. Por la tarde me eché una "chamusca" con los alumnos, que jugaron la final del campeonato de futbol en el Seminario. Perdimos... Puse de mi parte para tratar de ganar, pero alguien me comentó al final: "es el peor partido que hemos tenido". Y me pregunté si el culpable era yo, pues fue la primera vez que jugaba con mi equipo....
Hay tantos motivos para hacerlo, pero principalmente por la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, esta noche -entre hoy y mañana- tenemos exposición prolongada del Santísimo, en turnos escogidos por los interesados. La exposición durará hasta la Misa de mañana, viernes, a las siete de la mañana.
Desde luego que el día de hoy, pero especialmente en la Misa y delante de Jesús expuesto en la Custodia, he pedido por mis hermanos sacerdotes y este servidor, para que seamos fieles al Señor, que tengamos una entrega sin fisuras, que amemos más a Dios -también con nuestros defectos-. La lucha es diaria, tendremos caídas, pero Dios que es fiel nunca nos negará su gracia.
No te olvides de agradecer a Dios el sacerdocio y de rezar por los sacerdotes.
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