Hoy recibí un mensaje en el FB del "P. Mitchell", mi antiguo compañero de estudios en el Seminario Mayor, a quien tuve la oportunidad de saludar recientemente gracias a una visita que nos hizo. Los más cercanos saben de su entereza de testimonio ministerial.
En el mensaje me comentaba que le impactó mucho volver a entrar en la Capilla del Seminario y ver el retablo, lugar -decía- en donde tantas decisiones de la vida se maquinaron. Sí, ciertamente. Desde el traslado del Seminario Mayor a este edificio en el año 1992 han desfilado muchos alumnos, varios de los cuales han llegado a ser sacerdotes.
Todos los días venimos a este lugar de encuentro con Cristo. Aquí hacemos nuestra oración y celebramos la Santa Misa todos los días. Los que se ordenarán diáconos mañana en la Catedral de Sololá han vivido aquí casi dos mil días, y no han pasado alguno en que no se hayan asomado a este lugar.
Después de tantos años ha cambiado poco la Capilla. Dios nos conserve y nos guíe para que muchos más puedan formarse aquí y se encuentren con Cristo en este lugar, que muchos sigan "maquinando sus decisiones" de la vida en este lugar. Oren por nosotros, por favor.
Gracias, P. Mitchell, por tu visita. Dios bendiga tu entrega y tu ministerio.
Cuantas emociones santas!
ResponderEliminarQue lindo
ResponderEliminar