Sí, aquí en la tierra, nuestra vida está iluminada por la lucha del continuo trato con Dios, el ser consciente de ser hijos de Dios y tratar de ser consecuentes con ello. Además, nos llama Dios a ser "sal de la tierra y luz del mundo" (cfr. Mt 5,13-16), a llevar a los demás a Dios con naturalidad, con la amistad, con el buen ejemplo...
Ojalá pudiéramos crecer en este "resumen" de lo que es la vida cristiana.
Además, hoy recordaba, con mucha alegría, que hace un año estábamos mis papás, unos amigos y yo, en Madrid, participando de la fiesta de la beatificación de D. Álvaro del Portillo. ¡Ya ha pasado un año como si nada! ¿Qué ha quedado? Si lo midiéramos, es sumamente difícil, porque es del ámbito sobrenatural.
Desde luego, acudimos a D. Álvaro con más naturalidad ("oficialmente"), le tratamos. Es un buen intercesor. A él le confío muchas cosas. Beato Álvaro del Portillo, ruega por nosotros.
Esta foto fue tomada en 1975, en Guatemala. Es "la foto de la continuidad". Es maravilloso. ¡Vale la pena! |
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