Por diversas razones, pero entre ellas la del trabajo pastoral concreto que realizamos los formadores del Seminario, tenemos poca oportunidad para ayudar en las "Penitenciales" que se realizan en las parroquias de la Diócesis. Haciendo ciertos arreglos, esta vez fui a ayudar a la parroquia de San Lucas Tolimán; en concreto, en la colonia Pampojilá.
Estuvimos dos sacerdotes allí. Comenzamos a confesar pasadas las 3:00 de la tarde. Con dos breves respiros, hemos culminado a las 9:00 de la noche. La colonia ya se va agrandando, así también la atención pastoral que requiere.
Personalmente me ha sido muy gratificante absolver a tanta gente, reconciliar a tantas almas con Dios. Es lógico pensar que de entre todos los confesados, habría algunos que sí necesitaba esta reconciliación. Y este pobre sacerdote ha servido para eso. Gracias, Señor, por el sacerdocio.