Entretenido en unos libros, pues tenía cierta responsabilidad, anoche me he quedado un poco más tarde trabajando. El trabajo nunca se acaba… En determinado momento abandoné lo que estaba haciendo y me dispuse a prepararme para descansar, después de rezar Completas, la última oración del día.
Estaba poniéndome el pijama y vi que en el reloj apuntaba justo a las doce de medianoche. Estaba tan cansando, y pensando en “otras cosas”, que no me preocupé de si mi reloj estaba ajustado o no a la hora oficial.
En fin, había abandonado febrero, el mes “loco”, y daba la bienvenida al mes de marzo. ¿Qué nos traerá este mes?
No hay comentarios:
Publicar un comentario