He tenido un día jueves normal, como los jueves que he tenido desde el inicio del año: oración y Misa a temprana hora; después del desayuno, una hora de clases, y otra de "menudencias". Después de unas tres semanas de estar "parqueado", debido a un golpe en el talón derecho, he tenido mi deporte: un partido de futbol de campeonato interaulas, en el que los alumnos tuvieron la gentileza de dejarme hacer un gol y subir mi autoestima... Terminamos ganando el partido con diferencia de dos goles: 6-4.
Por la tarde hemos recibido la visita de un sacerdote exalumno del Seminario, hemos hecho otras cosas. Luego he ido al hospital a darle la Comunión a un enfermo y a confesar a otro, y después me metí al confesonario a confesar a las "Monjitas" de a la par del Seminario y a las niñas de su aspirantado. Buena batalla campal...
He tenido un buen rato de oración por la tarde, y me ha dado tiempo para sacar las fotos, que pongo abajo, de unas flores que tenemos en los patios del Seminario. He pensado en su perfección y su belleza, obras de Dios.
En fin, un buen rato de reunión sobre un proyecto, y ahora me dispongo a descansar... Pero no quería dejar de poner unas letras. Espero que con esta guinda, termine un día que he intentado ofrecer al Señor desde la primera hora.
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