Estamos celebrando en la Iglesia la memoria de nuestros abuelos, es decir, de los padres de la Virgen María, nuestra Madre; estamos celebrando la memoria de San Joaquín y Santa Ana. Es tan importante la función de los abuelos en la familia que el Santo Padre Benedicto XVI lo recalcó en Valencia en 2006.
Es difícil –y fácil a la vez– penetrar la intimidad del hogar de estos santos, con una creatura tan pura y tan cerca de Dios como la Virgen. La imaginación nos podría ayudar: tú inténtalo en un rato empleado expresamente, que te ayudará.
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