Nos ha llegado un documento maravilloso, clave para la unión más íntima con Cristo de quienes se han consagrado en cuerpo y alma a Él. Se trata de un documento de la Congregación para el Clero titulado "El Sacerdote, Confesor y Director Espiritual, Ministro de la Misericordia Divina". En él se recuerda al sacerdote la fuerza evangelizadora del sacramento de la Penitencia y del gran valor de la Dirección espiritual para alcanzar la plenitud de la vida cristiana. Se incentiva al sacerdote a estar disponible para su administración, pero también para que él mismo aproveche este cauce ordinario de la concesión de la Misericordia Divina. ¡Cuánto quisiera yo que todos los sacerdotes, por lo menos, valoráramos estos medios de la Confesión y la Dirección Espiritual.
Desde luego que le sacaremos provecho al documento. Para quien quiera leer algo del documento, o todo, puede pinchar aquí.
Por cierto, a D. Celso Morga he tenido el gran gusto de saludar en ocasiones, antes de que le ordenaran Arzobispo.
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