Así se tituló un foro organizado por la Conferencia Episcopal de Guatemala para los candidatos a la presidencia de nuestro país. La ausencia más notoria fue la de doña Sandra [antigua] de Colom, que estará pasando apuros al no conseguir su inscripción como candidata a la presidencia.
El foro constó en tres tandas de preguntas a los candidatos sobre temas de la vida humana, la familia, la educación, también la educación sexual que se imparte en los centros de educación. Las preguntas fueron muy precisas, y todos –sin mucho argumento– y las respuestas muy vagas y tendentes a congraciarse con los oyentes.
Algunos pecaron de crédulos, o al menos eso mostraron y, los más, de poco versados en la materia, sobre todo en la ética. Ante un público tan peculiar –varios eclesiásticos estaban en la concurrencia– pensaron que congraciarían más mostrándose intolerables con los temas tan debatidos mencionados arriba.
¡Uno de los candidatos, incluso, en vez de decir “métodos naturales”, se le escurrió: “métodos sobrenaturales”! En fin, alguno de estos señores (o señoras) nos gobernarán…
Al menos quedó claro –esperamos que lo cumplan– que no apoyarían el aborto como política pública, tampoco la adopción entre parejas del mismo sexo; en cambio, abogaron por la familia y la parte trascendental que le toca en la educación de los hijos, también en el tema de la sexualidad.
Felcito a la Conferencia Episcopal por esta inciativa, estuvo muy interesante y fueron asertivos al elegir estos temas. Considero que falta prondizar más pero queda en nosotros, educadores, padres y público en general retomarlos.
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