sábado, 29 de enero de 2011

¿?

      Entre ayer y hoy no sabía qué escribir; aún ahora no lo sé.
     Ayer me encontraba algo indispuesto -no había repuestos disponibles...-, y apenas si leí un poco de "Drácula", el clásico de la literatura a cargo de Bram Stoker. Menos mal no soñé con semejante motivo, pues estuve dormitando debido a la medicina.
     Eso sí, tuve tiempo para rezar y ofrecer algo a Dios por tantas intenciones.
     Me dije: "un día más, sin brillo y sin sobresaltos". En el interior escuché: "¡maravilloso día ordinario! Es extraordinariamente ordinario que Dios esté todo el día a tu lado".
     Buen día sábado a todos.

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