Viajar en autobús por estos lares es verdaderamente una aventura. De hecho, en las caricaturas de Fo de Prensa Libre, se ha apostillado de estos medios de locomoción que son un atentado público contra la vida del viandante, no sólo por la manera de conducir de los choferes sino también por la contaminación ambiental... En fin, me ha tocado nuevamente algunas veces viajar en estos medios.
Aprovechando el tiempo, saqué uno u otro libro para estudiar un poco e ir adelantando la preparación de las materias que doy. De vez en vez me veía la gente como a un bicho raro, pues desentonaba en mi entorno. Me habían contado que, de tanto en tanto, algunos universitarios lo hacían también, de tantos que viajan en autobús, pero no se ve mucho.
En fin, cuánto me gustaría que muchos más se aficionaran al hábito de lectura, porque un buen libro es un gran amigo, fuente de sabiduría. Los mass-media nunca podrán suplir su beneficio.
¡Ánimo! ¡Todos a leer!
Despacito y con paciencia, que los hábitos buenos no se adquieren repentinamente.Pero con ese buen ejemplo, otros tal vez se animen.
ResponderEliminarCreo que es dificil leer en la Rebuly,o en la Veloz Quichelense, pero ¡ánimo!
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