«Despacito y buena letra: / hacer las cosas bien / importa más que el hacerlas» (A. Machado)
jueves, 29 de septiembre de 2016
Celebramos hoy a los tres Arcángeles: Miguel, Gabriel y Rafael
Recientemente sugerí a una persona amiga que tratara a su Ángel Custodio, que le ayudaría en todo. Se sorprendió de la propuesta, porque quizá nadie le había dicho que tenía uno o se le olvidó. Lo cierto es que se sorprendió gratamente y, desde entonces, lo trata con asiduidad y contento.
Hoy la Iglesia celebra la fiesta de los tres Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, cuya fiesta se celebraba individualmente en días distintos.
Como sugieren unas consideraciones que leí en cierta página (3+2chapín), pidamos su especialidad a cada uno de los tres Arcángeles.
Miguel significa "¿Quién como Dios?" y quien lucha contra Satanás y sus seguidores.
Gabriel significa "Fortaleza de Dios" y es el portador de los grandes mensajes divinos, especialmente el de la Encarnación del Hijo de Dios.
Rafael significa "Medicina de Dios", guía en el camino.
Alrededor de esta fiesta y de la de los Santos Ángeles Custodios (2 de octubre), podríamos tratar con asiduidad a los Santos Ángeles, espíritus que han sido puestos por Dios para nuestro cuidado y defensa.
martes, 27 de septiembre de 2016
Hermoso y recomendable libro
Llevo unas pocas semanas empleadas en leer un libro que tenía guardado hacía unos cuantos años. El libro se titula "Los Pastorcitos de Fátima", escrito en portugués por Manuel Fernando Sousa E Silva y traducido al español por el buen amigo D. Manuel de Santiago, sacerdote a quien conocí hace unos años y con quien me saludo en ciertas ocasiones.
El libro, como sugiere el título, trata de la fisonomía de los videntes y, por supuesto, del acontecimiento de las apariciones de la Virgen María, Nuestra Señora del Rosario, a los pequeños hace casi un siglo. Efectivamente, el otro año se cumplirán 100 de las apariciones de la Virgen.
El libro es magnífico, de amena, ligera y edificante lectura. Mueve al lector a amar más a Dios, a quien hay que desagraviar, a la Virgen María, preocupada por al salvación de las almas, y a querer imitar a los niños en su esfuerzo por corresponder a los requerimientos divinos de desagraviar por los pecados y difundir el mensaje del Cielo.
Cuando conoce uno, comprende cómo la Iglesia ha accedido a beatificar a los pequeños hermanos Francisco y Jacinta, quienes fueron siempre muy piadosos, pero especialmente después de las apariciones de la Virgen; también fueron heroicos en la práctica de la penitencia y en el desagravio a los Corazones de Jesús y de María.
El libro cuenta con un poco más de 400 páginas, pero muy aprovechables. Si pudieran adquirirlo (no sabría darles referencias de dónde podrían hacerlo), les recomiendo su lectura. Yo, estoy muy edificado y contento con la lectura.
El libro, como sugiere el título, trata de la fisonomía de los videntes y, por supuesto, del acontecimiento de las apariciones de la Virgen María, Nuestra Señora del Rosario, a los pequeños hace casi un siglo. Efectivamente, el otro año se cumplirán 100 de las apariciones de la Virgen.
El libro es magnífico, de amena, ligera y edificante lectura. Mueve al lector a amar más a Dios, a quien hay que desagraviar, a la Virgen María, preocupada por al salvación de las almas, y a querer imitar a los niños en su esfuerzo por corresponder a los requerimientos divinos de desagraviar por los pecados y difundir el mensaje del Cielo.
Cuando conoce uno, comprende cómo la Iglesia ha accedido a beatificar a los pequeños hermanos Francisco y Jacinta, quienes fueron siempre muy piadosos, pero especialmente después de las apariciones de la Virgen; también fueron heroicos en la práctica de la penitencia y en el desagravio a los Corazones de Jesús y de María.
El libro cuenta con un poco más de 400 páginas, pero muy aprovechables. Si pudieran adquirirlo (no sabría darles referencias de dónde podrían hacerlo), les recomiendo su lectura. Yo, estoy muy edificado y contento con la lectura.
lunes, 26 de septiembre de 2016
El consejo del Eclesiastés: disfrutar el momento presente (cfr. 11,9)
Leer el periódico es buen entretenimiento, sin hacer buen caso de lo que los redactores nos echan. |
Personalmente también me ha pasado: me levanto a temprana hora sin descansar suficiente, porque hay tanto trabajo que hacer; conduzco con prisa para ganar tiempo, sin disfrutar del viaje; desayuno mientras leo el periódico, sin darme cuenta del sabor que tiene la comida; la conversación se mide por el tiempo, porque hay que cumplir con un horario; puedo confundir el descanso con el disfrute y el placer...
Me he percatado que la tentación es más frecuente para los que nos ha tocado vivir en la ciudad.
A ver cuánto me dura el propósito: hacer lo que toca, conscientemente, tratando de disfrutar el momento y de lo que hago. Para esto, tanto bien hace el consejo, simple y llano, que hemos escuchado más de alguna vez: "haz lo que debes, y está en lo que haces".
Además, para un cristiano, todos estos momentos se convierten en ocasión para encontrarse con Dios y agradarle haciendo lo que me corresponde.
sábado, 24 de septiembre de 2016
Una Unción de los enfermos
Quedé con una afectada mamá ir a ver a su jovencito hijo que está en el hospital en cuidados intensivos; el muchacho lleva diez días sin responder, después de una crisis de diabetes. Desde primera hora de la mañana, en que quedé en ir a ver al enfermo, venía encomendando que todo fuera bien en la diligencia y, sobre todo, que me dejasen entrar al hospital, porque no suele ser gestión fácil o, incluso, se torna imposible.
Llegué a la hora convenida, me encontré con el amable portero católico que ya conocía, que me dejó entrar. Comenzamos bien... Me encaminé al Intensivo y, al ver al enfermo y disponerme a comenzar la celebración, me percaté de que dejé olvidado el Santo Óleo en el carro ¡...!. Volví.
Al ingresar al hospital nuevamente, y adentrarme en Cuidados Intensivos, me encontré con una enfermera que, al verme, me pidió que rezara por un sobrino suyo que estaba allí mismo. Cuando me dijo su nombre, le dije que precisamente a él iba a ungir. Me acompañó y logró que también la mamá del enfermo nos acompañara. Un poco más adentro, me llevé la gran sorpresa de ver al Dr. Romeo. Fue alumno nuestro en el Seminario Menor en Sololá, hace ya un tiempo, ciertamente...
Con compañía di la Unción de los enfermos a Luis, que así se llama el enfermo. Después de darle la Unción, y casi despidiéndome, por no abusar del tiempo y confianza que me habían dado los médicos para ingresar, hablé al oído al muchacho. La gran sorpresa nuestra fue que movió un poco los ojos y, luego, volteó la cabeza hacia el lado contrario en que lo tenía... Se vio el esfuerzo que estaba haciendo. Madre y tía estaban conmovidos y entusiasmados. ¡Es la fe que tienen! ¡Para ellas es un milagro!
Después de echarle "porras" (ánimos), le aseguré que seguiría rezando por él.
De vuelta al Seminario, de donde partí, me tardé hora y media para llegar a casa por el lento tráfico. Me compadecí de los pobres que diariamente deben sortear tal dificultad de movilidad. Mientras, puesto que no tenía más compromiso con otra persona, conduje con paciencia hacia la casa, aprovechando rezar y rezar... Además, me comí un algodón de azúcar que compré a un vendedor por la calle (hacía años que no comía uno).
Llegué a la hora convenida, me encontré con el amable portero católico que ya conocía, que me dejó entrar. Comenzamos bien... Me encaminé al Intensivo y, al ver al enfermo y disponerme a comenzar la celebración, me percaté de que dejé olvidado el Santo Óleo en el carro ¡...!. Volví.
Al ingresar al hospital nuevamente, y adentrarme en Cuidados Intensivos, me encontré con una enfermera que, al verme, me pidió que rezara por un sobrino suyo que estaba allí mismo. Cuando me dijo su nombre, le dije que precisamente a él iba a ungir. Me acompañó y logró que también la mamá del enfermo nos acompañara. Un poco más adentro, me llevé la gran sorpresa de ver al Dr. Romeo. Fue alumno nuestro en el Seminario Menor en Sololá, hace ya un tiempo, ciertamente...
Con compañía di la Unción de los enfermos a Luis, que así se llama el enfermo. Después de darle la Unción, y casi despidiéndome, por no abusar del tiempo y confianza que me habían dado los médicos para ingresar, hablé al oído al muchacho. La gran sorpresa nuestra fue que movió un poco los ojos y, luego, volteó la cabeza hacia el lado contrario en que lo tenía... Se vio el esfuerzo que estaba haciendo. Madre y tía estaban conmovidos y entusiasmados. ¡Es la fe que tienen! ¡Para ellas es un milagro!
Después de echarle "porras" (ánimos), le aseguré que seguiría rezando por él.
De vuelta al Seminario, de donde partí, me tardé hora y media para llegar a casa por el lento tráfico. Me compadecí de los pobres que diariamente deben sortear tal dificultad de movilidad. Mientras, puesto que no tenía más compromiso con otra persona, conduje con paciencia hacia la casa, aprovechando rezar y rezar... Además, me comí un algodón de azúcar que compré a un vendedor por la calle (hacía años que no comía uno).
En medio del tráfico, a veces hay que hacer esto, porque se pone pesado. |
viernes, 23 de septiembre de 2016
Encomendando a los próximos presbíteros
Desde la derecha: Elmer, Simión y Nicasio, el día de su ordenación diaconal |
¡Cuánta teología han estudiado estos jóvenes! Sin embargo, no serán ordenados sacerdotes por su inteligencia o por lo que aprendieron, sino porque fueron llamados por Dios y porque se formaron llegando a ser aptos para el efecto.
Tampoco serán ordenados sacerdotes porque alcanzaron la perfección humana y cristiana; todos andamos en la lucha. Pero se presume que alcanzaron la suficiente madurez para ser pastores del Pueblo de Dios.
No se asegura su fidelidad: por parte de Dios sí; por parte de cada uno, con la ayuda de Dios y su lucha, también. Rezaremos por ellos para que sean fieles, por supuesto.
Con alegría y esperanza estamos prestos para el día de la ordenación. Confiamos a nuestra Señora de los Dolores -Patrona de la Diócesis de Sololá-Chimaltenango- su perseverancia y los frutos de su ministerio.
martes, 20 de septiembre de 2016
El campesino y su "pedazo de cielo" (historias para recordar)
Un campesino, cansado de la rutina del campo y de tanto trabajo duro, decidió vender su finca. Como sabía que su vecino era un destacado poeta, decidió pedirle el favor que le hiciera el aviso de venta. El poeta accedió gustosamente.
El aviso decía:
"Vendo un pedacito de cielo, adornado con bellas flores y verdes árboles, hermosos prados y un cristalino río con el agua más pura que jamás hayan visto".
El poeta tuvo que marcharse por un tiempo, pero a su regreso decidió visitar a sus nuevos vecinos, pensando que aquel hombre del aviso se había mudado. Su sorpresa fue mayor al ver al campesino trabajando en sus faenas.
El poeta preguntó: "¡Amigo! ¿No se iba de la finca?"
El campesino, con una sonrisa, le respondió: "No, mi querido vecino. Después de leer el aviso que usted me hizo, comprendí que tenía el lugar más maravilloso de la tierra y que no existe otro mejor..."
Moraleja: No esperes a que venga un poeta para hacerte un aviso que diga lo maravillosa que es tu vida, tu hogar, tu familia y lo que con tanto trabajo hoy posees. Dale gracias a Dios porque tienes vida, salud y esperanza de poder seguir luchando para alcanzar tus metas.
Anónimo
"Vendo un pedacito de cielo, adornado con bellas flores y verdes árboles, hermosos prados y un cristalino río con el agua más pura que jamás hayan visto".
El poeta tuvo que marcharse por un tiempo, pero a su regreso decidió visitar a sus nuevos vecinos, pensando que aquel hombre del aviso se había mudado. Su sorpresa fue mayor al ver al campesino trabajando en sus faenas.
El poeta preguntó: "¡Amigo! ¿No se iba de la finca?"
El campesino, con una sonrisa, le respondió: "No, mi querido vecino. Después de leer el aviso que usted me hizo, comprendí que tenía el lugar más maravilloso de la tierra y que no existe otro mejor..."
Moraleja: No esperes a que venga un poeta para hacerte un aviso que diga lo maravillosa que es tu vida, tu hogar, tu familia y lo que con tanto trabajo hoy posees. Dale gracias a Dios porque tienes vida, salud y esperanza de poder seguir luchando para alcanzar tus metas.
Anónimo
lunes, 19 de septiembre de 2016
La luz ilumina a los de casa
"¿Eres cristiano?", le preguntó alguien. "Soy cristiano rematado", respondió. Y le hicieron una pregunta lógica: "¿Y vas a Misa todos los domingos?" "¡No! Soy cristiano pero no fanático..."
¿Qué es ser cristiano, al fin? Mejor no dar conceptos sabidos. Me parece que es tener a Dios y a Jesús en el centro de nuestro corazón y tratar de que se refleje en la vida.
En efecto, el evangelio de la Misa de hoy nos invita a ser coherentes con lo que decimos ser (Lc 8,16): un candil, una luz, se pone en lo alto, para que alumbre a todos los de casa. Así como es ilógico esconder una luz, así también un cristiano debe iluminar a los de alrededor. Me gusta aquel dicho popular tan repetido por alguien que conozco, aunque dicho en tono negativo: "Ese es candil de la calle y oscuridad de su casa". Ojalá no se diga esto sobre nosotros.
No vale, pues, quedarse en las etiquetas, hay que ir a las obras. Los cristianos estamos llamados a ser, como dijo un sacerdote hoy en la Misa, el rostro de Dios: la gente no suele ver a Dios si no tiene sentido sobrenatural; somos los cristianos quienes deberemos reflejarlo en nuestro rostro y en nuestra conducta.
Por ejemplo, ¿cómo se puede ser cristiano en la red? Cada uno saque sus conclusiones. Pero, obviamente, no se trata de postear y postear estampitas en el muro de la red social. Que nos mostremos cristianos en el 'Face', pero también cuando no estemos en él y estemos con los de alrededor. Me gustó esta nota siguiente.
¿Qué es ser cristiano, al fin? Mejor no dar conceptos sabidos. Me parece que es tener a Dios y a Jesús en el centro de nuestro corazón y tratar de que se refleje en la vida.
En efecto, el evangelio de la Misa de hoy nos invita a ser coherentes con lo que decimos ser (Lc 8,16): un candil, una luz, se pone en lo alto, para que alumbre a todos los de casa. Así como es ilógico esconder una luz, así también un cristiano debe iluminar a los de alrededor. Me gusta aquel dicho popular tan repetido por alguien que conozco, aunque dicho en tono negativo: "Ese es candil de la calle y oscuridad de su casa". Ojalá no se diga esto sobre nosotros.
No vale, pues, quedarse en las etiquetas, hay que ir a las obras. Los cristianos estamos llamados a ser, como dijo un sacerdote hoy en la Misa, el rostro de Dios: la gente no suele ver a Dios si no tiene sentido sobrenatural; somos los cristianos quienes deberemos reflejarlo en nuestro rostro y en nuestra conducta.
Por ejemplo, ¿cómo se puede ser cristiano en la red? Cada uno saque sus conclusiones. Pero, obviamente, no se trata de postear y postear estampitas en el muro de la red social. Que nos mostremos cristianos en el 'Face', pero también cuando no estemos en él y estemos con los de alrededor. Me gustó esta nota siguiente.
sábado, 17 de septiembre de 2016
Y tú, ¿tienes amigos?
Recientemente he visto una película en la que escuché una verdad: ''Hay dos formas de ser rico en este mundo: se puede tener mucho dinero o se pueden tener muchos amigos. No se puede tener ambas''. Se lo decía uno de los protagonistas a sus secuestradores.
Es penoso, ciertamente, ver que hay tantos adeptos cuando te va bien o tienes dinero, pero cuando no lo tienes te quedas solo... Entonces, lo principal es cultivar la amistad y ayudar al prójimo.
En el "Face" se etiquetan a los "amigos", pero tantas veces no hay trato con ese "contacto". En algunos casos sí se llega a una verdadera amistad.
Dice el libro del Eclesiástico: "Un amigo fiel es una protección segura; / el que lo encuentra ha encontrado un tesoro. // Un amigo fiel no tiene precio; / su valor no se mide con dinero" (6,14-15).
Y tú, ¿tienes un amigo o unos amigos verdaderos?
Es penoso, ciertamente, ver que hay tantos adeptos cuando te va bien o tienes dinero, pero cuando no lo tienes te quedas solo... Entonces, lo principal es cultivar la amistad y ayudar al prójimo.
En el "Face" se etiquetan a los "amigos", pero tantas veces no hay trato con ese "contacto". En algunos casos sí se llega a una verdadera amistad.
Dice el libro del Eclesiástico: "Un amigo fiel es una protección segura; / el que lo encuentra ha encontrado un tesoro. // Un amigo fiel no tiene precio; / su valor no se mide con dinero" (6,14-15).
Y tú, ¿tienes un amigo o unos amigos verdaderos?
jueves, 15 de septiembre de 2016
Estamos finalizando el encuentro del OSCAM 2016
Anualmente, los formadores de los Seminarios de los países centroamericanos nos reunimos para actualizarnos y formarnos, además de compartir experiencias en este trabajo de la formación. Este año el Encuentro del OSCAM (Organización de Seminarios de Centro América y México) se ha realizado aquí en Guatemala y el Seminario Mayor de La Asunción fue el encargado de organizarlo. El Encuentro ha dado inicio el lunes en horas de la tarde y terminará mañana viernes por la mañana.
Exceptuando Costa Rica -por motivos justificables-, todos los países han tenido representación. En total nos hemos reunido 53 participantes, sin contar a los seminaristas que han colaborado eficazmente en la organización y desarrollo de la actividad.
Fundamentalmente, dos han sido los temas tratados durante el Encuentro: la Ratio Fundamentalis -la propuesta tentativa- de la formación en los seminarios y cómo hacer de la misión (tema continuo y preponderante en Evangelii Gaudium y Aparecida) un paradigma en la formación de los futuros sacerdotes.
Dos han sido los días de intenso trabajo (oración y liturgia, ponencias, sesiones de trabajo e intercambio, convivencia) y este día fue de paseo cultural por La Antigua Guatemala, que ha sido del deleite de todos.
Dios nos siga asistiendo en nuestro trabajo de formación de los futuros sacerdotes. A nuestro amigos y colegas formadores que han asistido y que son de otros países, gracias por visitarnos y compartir las ilusiones del trabajo ministerial formativo.
Me he dado la libertad de tomar algunas fotos del muro del Seminario de La Asunción en Facebook.
Exceptuando Costa Rica -por motivos justificables-, todos los países han tenido representación. En total nos hemos reunido 53 participantes, sin contar a los seminaristas que han colaborado eficazmente en la organización y desarrollo de la actividad.
Fundamentalmente, dos han sido los temas tratados durante el Encuentro: la Ratio Fundamentalis -la propuesta tentativa- de la formación en los seminarios y cómo hacer de la misión (tema continuo y preponderante en Evangelii Gaudium y Aparecida) un paradigma en la formación de los futuros sacerdotes.
Dos han sido los días de intenso trabajo (oración y liturgia, ponencias, sesiones de trabajo e intercambio, convivencia) y este día fue de paseo cultural por La Antigua Guatemala, que ha sido del deleite de todos.
Dios nos siga asistiendo en nuestro trabajo de formación de los futuros sacerdotes. A nuestro amigos y colegas formadores que han asistido y que son de otros países, gracias por visitarnos y compartir las ilusiones del trabajo ministerial formativo.
Me he dado la libertad de tomar algunas fotos del muro del Seminario de La Asunción en Facebook.
En una de las sesiones de trabajo. |
Por supuesto, los momentos de oración fueron muy importantes dentro de nuestro programa. |
En la celebración de la Santa Misa el día martes. |
La foto del Encuentro. Celebró Mons. Oscar Julio Vian |
En la noche cultural de ayer, miércoles, el P. Walver (der.) y dos seminaristas. |
Conmemorando las fiestas patrias. |
En la noche cultural, los Padres formadores representantes de Panamá. |
La egregia representación salvadoreña. |
En la noche cultural, el P. César, brasileño, representante del Celam. |
Una representación folklórica en la noche cultural. |
La cena de ayer fue típica chapina. |
En la iglesia de San Juan del Obispo, tras la celebración de la Santa Misa. |
Hoy, en la excursión en Antigua Guatemala. |
En el atrio de la iglesia de San Francisco, cuando el guía nos instruía. |
El P. Jorge Mario Avila posando para la foto. |
sábado, 10 de septiembre de 2016
Un respiro en el curso académico
Así fue adornado el presbiterio de la Capilla del Seminario en la recién pasada fiesta de La Asunción. |
El tiempo va pasando poco a poco, ojalá con aprovechamiento. En medio del trajinar diario, a veces soy poco consciente de lo que Dios me concede vivir a diario y reduzco el trabajo a lo que hay que hacer. ¿No les pasa a veces lo mismo? Cada uno con su lucha diaria.
¿Qué harán los seminaristas en su casa durante estos días? Seguirán su formación, pero en su hábitat original, la familia que les acogió y les ayudó a formarse en su personalidad. ¿Vacaciones en la formación sacerdotal? No, es un complemento.
Buen descanso, muchachos. Los esperamos con las pilas recargadas. Y saludos a su familia.
domingo, 4 de septiembre de 2016
¿Por qué tengo que luchar? (evangelio del domingo)
Alguna especie de hormiga dicen que puede cargar 50 veces su peso. |
No sé a ustedes, pero a veces me surge un espíritu de rebeldía al escuchar estas palabras directas e inequívocas de Jesús, de quien pretendemos ser sus discípulos. Y me pregunto: ¿por qué el Señor me pide tanto?, ¿tiene derecho?
Sobre aviso no hay engaño, dice el refrán. Quien quiera ser cristiano sabe cuál es el camino y lo que le espera. De hecho, lo hemos comprobado: cuanto más nos esforzamos por portarnos bien, peor nos va. Una vez Santa Teresa escuchó al Señor estas palabras: "Teresa, así trato yo a mis amigos", refiriéndose a las dificultades que uno debe sufrir, a lo que la Santa replicó: "Ah, Señor, por eso tienes tan pocos [amigos]".
Pero, la verdad, si nuestro CIELO es la felicidad eterna y completa, en donde todo lo que somos estará lleno de Dios y nosotros en Él, en donde las necesidades del hombre estarán plenamente satisfechas y no habrá nada de lo que aquí nos puede hacer pasar mal rato, ¿POR QUÉ NO AGUANTAR un poco, puesto que esta vida es "una mala noche en una mala posada" (Santa Teresa)?
Dios nos da fuerzas. Además, "la vida pasa felizmente si hay amor" (Luis Aguilé).
sábado, 3 de septiembre de 2016
IV Encuentro de Candidatos al Seminario Mayor
Dios sabe hacia dónde conduce nuestra vida, si somos dóciles. Para no equivocarnos, hace falta que afinemos los oídos del corazón y escuchemos lo que nos dice: nos llevará a buen puerto.
Estamos realizando en el Seminario Nacional el IV Encuentro Vocacional. Como recordó uno de los formadores, este encuentro no es para los que están pensando qué harán con su vida sino es un encuentro de CANDIDATOS AL SEMINARIO MAYOR, los que, habiendo hecho un proceso determinado, se están planteando ingresar el próximo año al Seminario.
Les pido sus oraciones, por favor, por esta intención.
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