La verdadera sabiduría viene de Dios y Él la da a quien se la pide (cfr. 1R 3). La sabiduría, al venir de Dios, no pretende sino conducirnos a Dios. Además, siguiendo la mentalidad del apóstol Santiago, cuya carta estamos leyendo en la primera lectura de la Misa, no se queda en la teoría y en las buenas intenciones, sino en la práctica.
"¿Hay alguno entre vosotros sabio y entendido? Que lo demuestre con una buena conducta y con la amabilidad propia de la sabiduría. Pero, si tienen el corazón amargado por la envidia y las rivalidades, no anden gloriándose, porque sería pura falsedad. Esa sabiduría no viene del cielo, sino que es terrena, animal, diabólica. Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera" (St 3,13-18).
Dice San León Magno: "La sabiduría cristiana no consiste en la abundancia de palabras, ni en la sutileza de los razonamientos, ni en el deseo de alabanza y gloria, sino en la verdadera y voluntaria humildad que nuestro Señor Jesucristo, desde el seno de su Madre hasta el suplicio de la Cruz, eligió y enseñó como plenitud de fuerza" (Sermón 37).
«Despacito y buena letra: / hacer las cosas bien / importa más que el hacerlas» (A. Machado)
lunes, 24 de febrero de 2020
sábado, 22 de febrero de 2020
Hoy Ordenación diaconal de José David Hernández
En la fiesta de la Cátedra de San Pedro hemos tenido la oportunidad de participar de la Ordenación diaconal de José David Hernández, originario de Jutiapa, ordenado para el Vicariato Apostólico de Izabal. Se llevó a cabo en la parroquia de San José, en Morales.
La celebración litúrgica fue sobria, sencilla, digna, muy alegre. Mons. Domingo Buezo comentó, simpático, que "rezamos para que haga un día fresco, para los que vienen de Jutiapa, pero el Señor siempre nos da más...", pues estuvo lloviznando. Hizo un clima estupendo para los que íbamos de clima frío.
Nos alegramos en gran manera con el Vicariato de Izabal, con su Obispo y con su David, por quien rezamos y felicitamos por su Ordenación diaconal.
La celebración litúrgica fue sobria, sencilla, digna, muy alegre. Mons. Domingo Buezo comentó, simpático, que "rezamos para que haga un día fresco, para los que vienen de Jutiapa, pero el Señor siempre nos da más...", pues estuvo lloviznando. Hizo un clima estupendo para los que íbamos de clima frío.
Nos alegramos en gran manera con el Vicariato de Izabal, con su Obispo y con su David, por quien rezamos y felicitamos por su Ordenación diaconal.
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