«Despacito y buena letra: / hacer las cosas bien / importa más que el hacerlas» (A. Machado)
lunes, 31 de mayo de 2010
De peregrinación a Lourdes
domingo, 30 de mayo de 2010
De romería a Lourdes
En la solemnidad de la Santísima Trinidad
El Compendio del Catecismo, cuando pregunta ¿Cuál es el misterio central de la fe y de la vida cristiana? Responde: El misterio central de la fe y de la vida cristiana es el misterio de la Santísima Trinidad. Los cristianos son bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Maravilla de Dios que mora en nosotros!
No quiero dejar de enviar un saludo, aunque quizá no les llegue, a las Monjas Trinitarias, que, lógicamente, están de fiesta. He tenido la suerte de conocerlas y de ayudarles como capellán durante unos meses, en su convento de San Juan del Obispo, Sacatepéquez (Guatemala). Dios las bendiga en su fiesta.
sábado, 29 de mayo de 2010
Una preciosa historia
Una pequeña niña fue a su habitación y sacó un frasco que estaba escondido en su closet.
Esparció su contenido en el suelo y contó con cuidado. Tres veces, incluso. El total fue contado a la perfección. No había cabida a errores.
Con cuidado regresó las monedas al frasco y cerrando la tapadera, salió sigilosamente por la puerta trasera y caminó seis cuadras hasta la Farmacia Rexall, que tenía un gran signo de jefe indio sobre la puerta.
Ella esperó pacientemente a que el farmacéutico le prestara atención, pero estaba muy ocupado por el momento.
Tere movió sus pies para que rechinaran sus zapatos. Nada. Se aclaró la garganta
lo más fuerte que pudo. No sirvió de nada. Finalmente tomó 25 centavos del frasco y tocó en el mostrador de cristal. ¡Eso fue suficiente!
- ¿Y qué es lo que quieres? -le preguntó el farmacéutico con tono de disgusto-. Estoy hablando con mi hermano que viene de Chicago y no lo he visto en años -le dijo el farmacéutico.
- Bueno, yo también quiero hablarle acerca de mi hermano -le contestó Tere con el mismo tono de impaciencia-. Él está realmente muy, muy enfermo… y quiero comprar un milagro.
- ¿Perdón? -dijo el farmacéutico.
- Su nombre es Andrés y algo malo ha estado creciendo en su cabeza y mi papi
dice que solo un milagro puede salvarlo, ahora dime, cuánto cuesta un milagro.
- Nosotros no vendemos milagros aquí, chiquita. Lo siento pero no puedo ayudarte -dijo el farmacéutico, con voz suave.
- Oye, tengo dinero para pagarlo. Si no es suficiente, conseguiré lo que falte. Sólo dígame cuánto cuesta.
El hermano del farmacéutico, que era un hombre muy bien vestido. Intervino y le
preguntó a la niñita:
- ¿Qué clase de milagro necesita tu hermano?
- No lo sé -replicó Tere, con los ojos muy abiertos-. Sólo sé que está muy enfermo
y mami dice que necesita una operación. Pero mi papi no puede pagarla, por eso quiero usar mi dinero.
- ¿Cuánto tienes? -le preguntó el hombre de Chicago.
- Un dólar con once centavos -contestó Tere, apenas audible-. Y ése es todo el dinero que tengo. Pero puedo conseguir más si es necesario.
- Bueno, qué coincidencia -sonrió el hombre-. Un dólar y once centavos es el precio exacto de un milagro para los hermanitos.
Él tomó el dinero de sus manos y con la otra sostuvo su manita enguantada y dijo:
- Llévame a dónde vives. Quiero ver a tu hermano y conocer a tus padres. Veamos si tengo el milagro que necesitas.
Ese hombre bien vestido era el Dr. Carlton Armstrong, un cirujano especializado en neurocirugía. La operación fue completamente gratis y sin cargo alguno por su estancia en el hospital, hasta que Andrés regresó sano a casa.
Mami y papi comentaron felices la cadena de eventos que les trajo a todo esto.
- Esa cirugía -susurraba su madre- fue un milagro real. Ya me imagino cuanto podría costar…
Tere sonrió. Ella sabía exactamente cuánto cuesta un milagro: un dólar con once
centavos… más la fe de una chiquilla.
viernes, 28 de mayo de 2010
¿Por qué no rezar el Rosario?
jueves, 27 de mayo de 2010
Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdotes
Esta fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote es especialmente entrañable por este año sacerdotal que estamos atravesando.
Es ocasión propicia para rezar por los sacerdotes de todo el mundo, pero especialmente los más cercanos, a los que tratamos frecuentemente.
Me remueve las entrañas celebrar la Misa propia de esta fiesta, principalmente cuando se impetra de Dios el cuidado y la santificación de los sacerdotes, elegidos por Él como dispensadores de sus misterios: “concede(les) la gracia de ser fieles en el cumplimiento del ministerio recibido” (oración colecta).
El sacerdocio es un ministerio para los demás, no para uno mismo, a semejanza de Jesucristo, que dijo en la Última Cena: “ardientemente he deseado comer esta Pascua con vosotros”.
En el prefacio de la Misa hemos rezado: “Tus sacerdotes, Señor, al entregar su vida por ti y por la salvación de los hermanos, van configurándose a Cristo, y han de darle así testimonio constante de fidelidad y amor”. ¡Qué responsabilidad de los propios sacerdotes para ser coherentes con tal exigencia!
Un saludo cordial a todos los sacerdotes. Les hemos encomendado y les seguiremos encomendando.
miércoles, 26 de mayo de 2010
¿Cambio de planes?
¿Alguna vez han tenido que cambiar de planes? ¿Alguna vez los planes son transcendentes?
Es humano que uno pueda perder la paz al principio. Es sobrenatural poder recuperarla pronto, si se ha perdido.
Hay tantas cosas que no podemos cambiar, no porque “el destino es así” sino porque las cosas son así ahora. Las cosas están hechas y lo que sí se puede “cambiar” es el futuro, aprovechando el presente. Trabajaremos en ello. ¡ÉL es el Dueño del tiempo y de nuestra vida; le encantan nuestros “juegos”!
¿A qué vienen estas líneas? Puras elucubraciones enfebrecidas. Quizá sea el cansancio, quizá el desgaste de las neuronas...
martes, 25 de mayo de 2010
"Lo hemos dejado todo"
Hemos leído hoy, en el evangelio de la Misa (Mc 10,28-31), ese pasaje maravilloso en que Pedro, con el corazón en la mano, le pregunta al Señor por su futuro.
Dos consideraciones me vienen a la cabeza, y quizá a alguno le sugiera algún pensamiento para su espíritu.
Primero: las palabras del Apóstol Pedro indican una entrega sin condiciones: “ya ves que lo hemos dejado todo; ¿qué nos va a tocar?” La entrega ya la había hecho, se había entregado sin “asegurarse” el futuro, sin condiciones. No sabía Pedro qué les esperaba; simplemente confió en Jesús y, en determinado momento, lo dejó todo. Los Apóstoles no se anduvieron con medidas y “precauciones”, reservándose algo para sí.
Segundo: El Señor asegura que ese desprendimiento –“lo hemos dejado todo”– tiene su recompensa, pero no una recompensa de igual valor a lo que se ha dejado, sino cien veces, más la vida eterna. Es cierto, hay que esperar un poco para que se efectúe plenamente –porque estar con Jesús ya es suficiente recompensa–, pero se dará y con creces.lunes, 24 de mayo de 2010
La cultura de la música
La ignorancia y la amnesia es común a muchos círculos humanos, especialmente en lo que toca a las raíces cristianas y a su contribución en la construcción de la cultura humana.
El 20 de mayo, el Santo Padre fue objeto de un homenaje musical, auspiciado por el patriarcado de Moscú. El Santo Padre resaltó estas raíces cristianas de la cultura y animó a seguir por la misma vía.
Saludos al P. Tomás, en Roma, un apasionado de la música que habrá tenido alguna oportunidad de asistir a alguna actividad de éstas.sábado, 22 de mayo de 2010
"El Espíritu Santo vendrá sobre ti"
“El Espíritu Santo vendrá sobre ti y te cubrirá con su sombra”. Estas palabras aplicadas a la Virgen, en la víspera de Pentecostés, todavía en el mes de mayo, es buen preámbulo y preparación de tan gran fiesta.
María es figura de la Iglesia y de cada cristiano. En Ella se realiza lo que esperamos que se realice en cada uno.
En la Virgen, el Espíritu Santo encuentra su más digna morada. Las inspiraciones del Divino Huesped tuvieron tal eco en esta alma predilecta que no hizo falta tantas razones para que Ella diera su sí a los requerimientos de Dios. Digna morada del Espíritu Santo, pero luego fue digna morada en la que habitó el Hijo de Dios al hacer su entrada en el mundo.
Alrededor de María se reunen los apóstoles en el Cenáculo, esperando e impetrando la venida del Don del Padre, el Espíritu Santo. Ella se habrá preocupado por reunir a los apóstoles después de la desbandad. Ella, con su maternal preocupación, los buscó y los reunió. Su oración aceleró la venida del Espíritu Santo.
Con ella, le pedimos: Ure igne Sancti Spiritus renes nostros et cor nostrum, Domine: ut tibi casto corpore serviamus et mundo corde placeamus.viernes, 21 de mayo de 2010
La despedida del Santo Padre de Portugal
jueves, 20 de mayo de 2010
Homenaje a D. Santiago Ausín
lunes, 17 de mayo de 2010
17 de mayo de 1992
Hoy se cumplen 18 años de la beatificación de Josemaría Escrivá. De él dice el venerable Juan Pablo II, en su homilía: “Con sobrenatural intuición, el Beato Josemaría predicó incansablement ela llamada universal a la santidad y al apostolado. Cristo convoca a todos a santificarse en la realidad de la vida cotidiana; por ello, el trabajo es también medio de santificación personal y de apostolado cuando se vive en unión con Jesucristo, pues el Hijo de Dios, al encarnarse, se ha unido en cierto modo a toda la realidad del hombre y a toda la creación”.
En este año sacerdotal, un mensaje de ánimo a los sacerdotes.
viernes, 14 de mayo de 2010
Unas imágenes de la peregrinación del Papa a Fátima
jueves, 13 de mayo de 2010
El Santo Padre en Fátima
Aquí me tienes como un hijo que viene a visitar a su madre en compañía de una multitud de hermanos y hermanas para presentarle a tu Corazón Inmaculado las alegrías y esperanzas, así como los problemas y sufrimientos de cada uno de estos hijos e hijas tuyas.
Estas son algunas de las palabras de la oración elevada por el Papa a María en la Capelinha de las Apariciones en el Santuario de Nuestra Señora de Fátima. El Santo Padre se arrodilló frente a la imagen de la Virgen y le ofreció una rosa de oro.
Algo más en su mensaje de las Vísperas rezadas con sacerdotes y demás consagrados.
Las apariciones de Fátima
miércoles, 12 de mayo de 2010
La vocación. Dos historias
El Santo Padre estará mañana en Fátima. Le encomendamos y encomendaremos sus intenciones. A propósito de Fátima, me he recordado de dos historias semejantes. Soy sincero, no me recuerdo muy bien de todos los detalles que contó D. Manuel de Santiago, un sacerdote amigo, pero más o menos estas “historias” más o menos transcurrieron así.
Con pocas ganas, un joven se fue de peregrinación a Fátima, con un grupo de jóvenes, incluso animado porque su novia iría también. Se le vio muchas veces por la Capelinha, regularmente en silencio. Después de los días pasados allí, justo antes de volverse, habló con su novia y le dijo que terminaban, porque quería hacerse sacerdote… Y está en ello ahora.
El segundo caso es de un mexicano, según me recuerdo, que por tener familiares en España se vino para acá. Sin pensárselo mucho, como una actividad más de las que haría en este país, se fue a Fátima también. Después de unos días allí, se volvió a México, sólo para decirle a su novia también que se haría sacerdote.
Supongo que no serían malos novios. Es cierto, es la vocación, pero…, ¡cómo la Virgen está metida en tantas historias de llamada al sacerdocio! Ne timeas!
martes, 11 de mayo de 2010
Intenciones en la Misa
He estado celebrando la Santa Misa en el Oratorio de la Biblioteca Central, sustituyendo al capellán. En el anteoratorio hay un “libro de intenciones” y un bolígrafo; lo que lo desean apuntan allí sus intenciones para que sean encomendadas durante la Misa, aunque no se digan en público.
Ahora estamos en tiempo de exámenes finales –en el caso mío, de terminar trabajos y entregar la tesis– en la Universidad.
Dos intenciones han llamado mi atención. Supongo que la de un alumno, decía así: “por todos los exámenes, para que lleguemos sanos y salvos al día 22”, dando a entender que ese día terminan los exámenes, y que pueda tener buenos resultados. La otra intención rezaba así: “por la la calma y la prudencia de los estudiantes, en este tiempo de exámenes”; supongo que la escribió un profesor.
Es cierto, me recuerdo de otra intención, de unos días atrás: “por el buen resultado del examen de...; ¡pero ahora!” A ver si el Señor responde a los requerimientos exigentes de este amigo según su idea.
domingo, 9 de mayo de 2010
"Haremos morada en él"
“El que me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará y haremos morada en él” (Jn 14,23).
“Haremos morada en él”. ¿Qué pueblo tiene a los dioses tan cercanos como lo está tu Dios contigo?, conminaba Josué a los israelitas. No sólo está cerca, sino que ¡está EN nosotros!
Creo que a todos nos gustaría vivir en una casa limpia, bonita, pintada, bien arreglada, con los muebles en buen estado y las cosas en su sitio; no en una casa con goteras, con basura, con polvo y telarañas... Además, una habitación se distingue de un garage, un almacén, un sótano...
¿Cómo nos esmeramos porque el lugar de nuestro corazón, en donde habita el Señor, esté más que eso de bonito?
El Señor sabe que dentro de nuestra escacez y de nuestra pobreza, intentamos darle lo mejor que tengamos. Que Él pueda estar augusto, muy contento, en esta su casa que es nuestro corazón.sábado, 8 de mayo de 2010
María, Madre del sacerdote
Magnífico detalle de la Inmaculada, de Tiépolo
El corazón de una madre, entre tantas cualidades que tiene, “sabe” que su hijo llegará a ser “algo” o “alguien”, y que por eso debe cuidarlo. “Detrás de un gran hombre hay una gran mujer”, había escuchado.
Y en el caso de las madres que tienen un hijo sacerdote, no es que amen más a este hijo sacerdote; simplemente lo aman de otra forma, aunque no sepan expresarlo con palabras. Tienen un trato especial con él, lo acompañan, rezan continuamente por él.
María es Madre de los sacerdotes, su predilección por ellos es más excelso. “Sabe” Ella que ha nacido un nuevo sacerdote “en potencia”, lo sigue con cariño, lo protege de peligros que sólo en el Cielo este “susodicho” sabrá.
Le pido a la Virgen, en este sábado y en este mes de mayo, que guarde en el amor, en la santidad y en la fidelidad a todos sus hijos sacerdotes.viernes, 7 de mayo de 2010
¿Que no tienes dones? (2a parte)
jueves, 6 de mayo de 2010
Entre agua y agua
Ayer leía en unas noticias, que el río Jordán, un río de renombre bíblico, estaba en peligro de quedarse seco para el 2011, y no precisamente a manera del milagro del paso que narra el libro de Josué, cap. 3. ¿Será efecto del calentamiento global? Más bien, creo que es el descuido que llevamos de la naturaleza.
Me ha alegrado aquella noticia del 29 de abril en Siglo XXI que reforestarán la cuenca del lago de Atitlán con 18 millones de árboles. No sé si cabrán tantos árboles, pero es una buena inversión, un plan concreto e inmediato para la conservación del lago, y contará con la ayuda del pueblo.
Mientra, ¡aquí no para de llover! Aunque, como dicen los que conocen la zona, “¡Es Pamplona!”, en donde “hasta el cuarenta de mayo, no te quites el sayo”; o, en donde “hay nueve meses de invierno y tres de infierno”; o, “si el clima de Pamplona no te gusta, espera una hora y cambiará”. ¡En pleno mes de mayo ha nevado en algunas zonas de Navarra!miércoles, 5 de mayo de 2010
¡Gracias!
martes, 4 de mayo de 2010
¿Que no tienes dones? (1a parte)
lunes, 3 de mayo de 2010
"No quiero ser Papa"
domingo, 2 de mayo de 2010
Sine domenico non possumus
El 29 de mayo de 2005, solemnidad del Corpus Christi, el Santo Padre clausuró en Bari el congreso eucarístico italiano.
En la homilía de la Misa, explicó, de manera maravillosa, por qué vamos a Misa en domingo, por qué necesitamos ir a Misa en domingo.
Este Congreso eucarístico, que hoy se concluye, ha querido volver a presentar el domingo como "Pascua semanal", expresión de la identidad de la comunidad cristiana y centro de su vida y de su misión. El tema elegido, "Sin el domingo no podemos vivir", nos remite al año 304, cuando el emperador Diocleciano prohibió a los cristianos, bajo pena de muerte, poseer las Escrituras, reunirse el domingo para celebrar la Eucaristía y construir lugares para sus asambleas.
En Abitina, pequeña localidad de la actual Túnez, 49 cristianos fueron sorprendidos un domingo mientras, reunidos en la casa de Octavio Félix, celebraban la Eucaristía desafiando así las prohibiciones imperiales. Tras ser arrestados fueron llevados a Cartago para ser interrogados por el procónsul Anulino. Fue significativa, entre otras, la respuesta que un cierto Emérito dio al procónsul que le preguntaba por qué habían transgredido la severa orden del emperador. Respondió: "Sine dominico non possumus"; es decir, sin reunirnos en asamblea el domingo para celebrar la Eucaristía no podemos vivir. Nos faltarían las fuerzas para afrontar las dificultades diarias y no sucumbir. Después de atroces torturas, estos 49 mártires de Abitina fueron asesinados. Así, con la efusión de la sangre, confirmaron su fe. Murieron, pero vencieron; ahora los recordamos en la gloria de Cristo resucitado.
Necesitamos este pan para afrontar la fatiga y el cansancio del viaje. El domingo, día del Señor, es la ocasión propicia para sacar fuerzas de él, que es el Señor de la vida. Por tanto, el precepto festivo no es un deber impuesto desde afuera, un peso sobre nuestros hombros. Al contrario, participar en la celebración dominical, alimentarse del Pan eucarístico y experimentar la comunión de los hermanos y las hermanas en Cristo, es una necesidad para el cristiano; es una alegría; así el cristiano puede encontrar la energía necesaria para el camino que debemos recorrer cada semana. Por lo demás, no es un camino arbitrario: el camino que Dios nos indica con su palabra va en la dirección inscrita en la esencia misma del hombre. La palabra de Dios y la razón van juntas. Seguir la palabra de Dios, estar con Cristo, significa para el hombre realizarse a sí mismo; perderlo equivale a perderse a sí mismo.