“Día de acción de gracias”, mas no es la fiesta de los “gringos” del cuarto domingo de noviembre, que era fiesta de origen religiosa y se ha tornado secular. ¿“Acción de gracias” a quién…?
Hace once años fuimos ordenados nueve nuevos sacerdotes en Tecpán Guatemala, en la solemnidad del Sagrado Corazón, con el marco del I Congreso Eucarístico Diocesano. Once años…, que se han pasado como agua entre los dedos, aunque confiamos que caiga en la tierra y fecunde lo sembrado.
Tuve el privilegio de celebrar la Santa Misa en el Seminario –he encomendado a mis compañeros de promoción–, celebrando a los Santos Protomártires de la Iglesia de Roma; pero también lo he celebrado dando una Unción a un paciente del hospital –hospital del que somos vecinos– y ha ocurrido un pequeño milagro –otro puede objetar lo que quiera–. Se había accidentado en la madrugada de hoy y sufrió una fractura de cráneo: estaba inconsciente.
Cuando le di la Unción con el Santo Óleo reaccionó –dentro de su gravedad–, y mientras rezaba el Padrenuestro –siguiendo el rito, se reza después de la Unción y de una oración propia– empezó a susurrarlo. En un primer momento pensé que estaba delirando; pero, al dar la bendición final, se llevó la mano a la frente e intentó hacer la Señal de la Cruz.
¡Bendito sea Dios por el sacerdocio ministerial!