Si querían que Juan Pablo II dimitiera, especialmente en los últimos años de vida -él les dijo: "la Iglesia se gobierna con la cabeza, no con los pies"-, ¿cómo no quisieran que lo hiciera Benedicto XVI que es firme en sus decisiones?
¿Por qué no se escuchan casos de sacerdotes infieles en España? Dicen algunos que estarán esperando a que Benedicto XVI venga para la Jornada Mundial de la Juventud en 2011. Ya los medios, que son tan "serios", sacarán todas estas cosas.
Pero, hay que seguir remando, aunque a veces cueste un poquito más. Mientras, seguimos al Papa en sus viajes. Hoy viaja a Chipre, a alentar a la minoría cristiana que allí presta su testimonio. ¡Le encomendamos, Santo Padre!
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