Después de las celebraciones de Semana Santa y del descanso de las labores académicas que supuso, han vuelto ayer los seminaristas al Seminario, dispuestos a retomar las labores formativas normales. Además de darles la felicitación pascual, los alumnos participaron de la celebración eucarística del Domingo de la Misericordia, presidida por el P. Carlos, Rector del Seminario.
La foto de abajo es del cirio pascual que se instaló junto al ambón en el presbiterio de nuestra Capilla de La Asunción. Durante estos 50 días pascuales presidirá nuestras celebraciones.
El cirio pascual representa a Cristo resucitado. Él dijo: "Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no camina en tinieblas sino que tendrá la luz de la vida" (Jn 8,12). Cristo ilumina las tinieblas del mundo, la oscuridad del pecado y de la muerte. Él es Señor de la creación y de la historia (el sacerdote, al preparar el cirio en el rito del Lucernario, dice: "Suyo es el tiempo y la eternidad. A Él la gloria por los siglos de los siglos").
Cual columna de luz (como en el Antiguo Testamento, cuando Dios guiaba y protegía a su pueblo con una columna de nube y de fuego), ilumina, guía y acompaña a Su pueblo.
Jesucristo es Dios (Él resucitó de entre los muertos y ha vencido a la muerte y el pecado) y Hombre verdadero: las cinco bolitas de incienso que lleva el cirio recuerdan sus cinco llagas.
"¡Cristo ha resucitado! ¡Ha resucitado verdaderamente!"
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